AVA-ASAJA aplaude la puesta en vigor de la norma de calidad de cítricos de la Consejería de Agricultura y exige que se cumpla ''a rajatabla''
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha mostrado su satisfacción con la entrada en vigor de la Orden de calidad de cítricos de la Conselleria de Agricultura
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha mostrado su satisfacción con la entrada en vigor de la Orden de calidad de cítricos de la Conselleria de Agricultura, a través de la cual se establece las condiciones mínimas de calidad en la comercialización de agrios en fresco.
La organización agraria insta a la Administración autonómica a cumplir “a rajatabla” los valores establecidos en la orden para asegurar el estado óptimo de los cítricos para su comercialización, y, en su caso, la aplicación “rigurosa” del régimen sancionador, una de las novedades más importantes de la nueva ley, que impone penas de hasta 600.000 euros.
El texto legislativo también establece como novedad un procedimiento a seguir en las inspecciones oficiales, en las que se tipifican las sanciones entre leves, graves y muy graves para los agentes y operadores comerciales que infrinjan las condiciones de calidad, como la madurez, el estado sanitario y el calibre, así como el etiquetado y la clasificación comercial, tanto en las fases de producción como de confección y comercialización.
Además, la nueva Orden amplía y mejora el Reglamento Europeo de 2001 que establece las normas comunitarias de calidad en la comercialización de cítricos, al introducir el índice de madurez y el color entre los parámetros para estimar el buen estado del fruto para su consumo.
La organización agraria insta a la Conselleria de Agricultura a que traslade la norma al Gobierno central para que la asuma legislativamente, así como el resto de Comunidades Autónomas, “y así conseguir una plena eficacia de los controles de calidad en todo el Estado”, indicó el presidente de AVA, Cristóbal Aguado. Así mismo, AVA también valora la posibilidad de que las inspecciones oficiales y el régimen sancionador se extienda a los puntos de venta, “para asegurar que la calidad de los cítricos que salen de los almacenes comerciales se mantiene en los lineales de la distribución, ya que se trata de productos perecederos y el último eslabón también tiene su parte de responsabilidad en el producto que llega al consumidor”, señaló Aguado.