COAG-Iniciativa Rural de Castilla-La Mancha ha constatado el descenso en el nivel de contratación del seguro agrario en la última campaña en cultivos como el olivar o la viña; una situación preocupante que viene a reflejar la necesidad de mejorar el producto que se ofrece a los agricultores, de manera que sea una herramienta eficaz para cubrir los riesgos climáticos y sus consecuencias.
A la vista de los datos ofrecidos recientemente por la Entidad de Seguros Agrarios, ENESA, queda claro que los agricultores de Castilla-La Mancha, como los del resto de España, han reducido el número de contratos y la superficie asegurada; aunque ENESA achaca esa disminución a la crisis del sector en general, las cifras que ofrece en el caso del olivar vienen a mostrar que el problema está también en el producto que tiene a su alcance el agricultor. En este caso, y según las conclusiones que los agricultores hacen llegar a COAG-IR, los motivos fundamentales son las coberturas limitadas al 50-70 por ciento que ofrece el seguro y el coste elevado de la prima, si se valora desde el punto de vista de la relación entre ese precio y la indemnización en caso de siniestro.
COAG-IR defiende una bonificación más alta para el agricultor a Título Principal como prima por no haber registrado ningún tipo de incidencia. Otra medida que contribuiría a mejorar la prestación de los seguros agrarios pasaría por conseguir desgravar en Hacienda el dinero invertido en él y conseguir la exención en la Declaración de la Renta de las Personas Físicas como ayudas por las primas que se han percibido por parte del seguro agrario.
COAG-IR apuesta por insistir en esas mejoras de manera que mejore su rentabilidad desde el convencimiento de que hoy por hoy es la herramienta más eficaz con la que el agricultor puede hacer frente a graves pérdidas en caso de climatología adversa.
