ESPAÑA 14/07/2006
ASAJA-Almería quiere hacer difusión del comunicado remitido por el COPA-COGECA en el que se muestra la intranquilidad existente por el camino que siguen las negociaciones dentro de la Organización Mundial del Comercio, que pretende alcanzar un acuerdo en este mes. Así el comunicado del COPA-COGECA expone lo siguiente:
En una carta urgente enviada a principios de semana a todos los ministros de agricultura de la UE, los Presidentes del COPA y de la COGECA, Rudolf SCHWARZBÖCK y Donal CASHMAN, han instado a los ministros a impedir que el Comisario de Agricultura, Peter MANDELSON sobrepase su mandato en las negociaciones de la OMC.
Y ni siquiera es que el Sr. MANDELSON ha conseguido algo a cambio de todos los sacrificios que espera de los agricultores, han dicho los Presidentes. Porque también han fracasado sus esfuerzos para conseguir algo para la UE en el campo de los servicios y de los bienes industriales y para que EE.UU. reduzca sus ayudas causantes de distorsiones. Y ahora también, los Estados Unidos hablan incluso de retirar su oferta consistente en reducir las importantes ayudas que concede a sus agricultores.
Tampoco los países más pobres en vías de desarrollo van a salir ganando algo con este acuerdo. Todos los beneficios serán para Estados Unidos, Brasil, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Argentina, tal como demuestra un estudio del Banco Mundial. Y a pesar de todo, el Sr. MANDELSON sigue hablando de aceptar las propuestas del G-20 sobre el acceso a los mercados agrícolas.
Según una evaluación hecha por la propia Comisión, hemos podido comprobar que el impacto de las propuestas del G-20 será devastador para la agricultura europea.
La renta agraria sufriría un bajón de una cuarta parte globalmente, y las producciones de vacuno y avicultura quedarían barridas por completo. Los cereales tendrían que afrontar un doble golpe: el incremento de las importaciones y una importante reducción de la demanda de piensos. La carne de porcino, de ovino, la leche, el azúcar y las frutas y hortalizas serían también duramente afectados, con efectos en cadena en las demás producciones.
Por consiguiente, muchos de los 15 millones de personas que trabajan en el campo en la UE-25 perderían su empleo, así como también se perderían millones de puestos de trabajo. Ningún ministro puede aceptar que estas consecuencias sean las que deba pagar la UE, únicamente para que países como EE.UU. o Brasil puedan aumentar sus exportaciones. En octubre del año pasado, la UE puso ya una oferta muy sustancial sobre la mesa de nuestros asociados en la negociación, y esa es la que debe prevalecer, han concluido los Presidentes.