Diversas provincias del oeste y del norte de la China se enfrentan a una penuria alimentaria debido a una severa y pertinaz sequía que ha dejado vacíos centenares de embalses y total o parcialmente secos decenas de millares de pozos, según informó hoy la FAO.
Este organismo alertó que alrededor de cinco millones de hectáreas con cultivos de invierno se han perdido o resultado dañadas debido a la falta de lluvias y las elevadas temperaturas, y que las superficies de siembra de los cultivos de primavera se han reducido sustancialmente. Las provincias más afectadas son las de Yunnan, Gansu, Ningxia, Mongolia interior, y Hebei.
En el caso de Ningxia, la sequía persiste desde 2004 y algunos distritos no han recibido apenas lluvia durante más de 600 días. En las zonas más afectadas, se señala una pérdida total del trigo de invierno en más del 60 por ciento, y una reducción del 40 al 50 por ciento en la producción de las áreas restantes. Sobre un total de 940 000 hectáreas destinadas a cultivos de primavera, solamente se ha sembrado alrededor de un 30 por ciento.
En la provincia de Hebei, más de 2 millones de hectáreas de terrenos agrícolas se han visto gravemente afectadas por dos temporadas de sequía consecutivas y el nivel de la capa freática ha descendido de 0,6 metros.
Impacto en zonas de pobreza
Las zonas afectadas por la sequía están entre las más pobres de China, con ingresos medios anuales (datos de 2004) por habitante de 227 dólares EE.UU. en Yunnan, de 226 dólares en Gansu y de 283 dólares en Ningxia. Más de la mitad de los hogares rurales se encuentran por debajo de la línea de pobreza y tienen serias dificultades de acceso a los alimentos.
La sequía tendrá un grave impacto sobre los grupos vulnerables, en particular en las zonas de montaña afectadas, dónde hay muy pocas fuentes de ingresos alternativas. Los informes de la FAO indican que las poblaciones rurales, incluidos los niños de las escuelas primarias de Ningxia, han reducido de tres a dos el número de comidas cotidianas.