ESPAÑA 23/05/2006
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha obtenido el compromiso de la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, para poner en marcha un plan específico de diversificación que permita afrontar la sustitución del cultivo de la remolacha por otras producciones e industrias alternativas, después de que nuestra comunidad autónoma haya abandonado el cultivo tras la aprobación de la reforma de la OCM del azúcar.
Así lo afirmó la consejera de Agricultura, Mercedes Gómez, durante su comparecencia ante el Pleno de las Cortes regionales para informar sobre la nueva normativa comunitaria en materia de azúcar, así como sobre sus repercusiones en el sector de Castilla-La Mancha.
El objetivo de este plan es obtener el apoyo económico suficiente, preferentemente para los agricultores, para conseguir la introducción de nuevos cultivos en las zonas donde tradicionalmente estaba implantada la remolacha, situadas en las provincias de Ciudad Real y Albacete.
Según explicó Mercedes Gómez, estos cultivos alternativos tendrán unas necesidades de agua inferiores a la remolacha, de manera que este plan vaya unido al Plan Especial del Alto Guadiana, en el que la Consejería de Agricultura tiene el encargo de potenciar los cultivos ahorradores de agua.
Además, el plan de diversificación pretende atraer a esta zona a diversas industrias, tanto agroalimentarias como de otro tipo, con el fin de absorber estos nuevos cultivos y generar puestos de trabajo.
La consejera apuntó que espera seguir contando con el apoyo de la Asociación Regional de Remolacheros de Castilla-La Mancha para realizar este trabajo, que permitirá mantener las producciones y la renta de los agricultores en esta zona.
Situación del sector en Castilla-La Mancha tras la reforma
En su intervención, la responsable regional de Agricultura hizo un repaso por la situación del sector tras la reforma de la OCM, que ha hecho inviable, por su escasa cuota, la continuidad de las azucareras de Ciudad Real y de Linares (Jaén), que se abastecían de remolacha procedente de Castilla-La Mancha.
En este sentido, recordó que la industria que renuncia a su cuota de una manera permanente, así como al desmantelamiento de sus instalaciones, tiene garantizada una ayuda de 730 euros por tonelada de azúcar.
Por este motivo y ante la posibilidad de que estas industrias se acogieran a este plan de reestructuración y peligrase el cultivo de la remolacha en la región, la Consejería de Agricultura mantuvo contactos con la Asociación de Remolacheros de Castilla-La Mancha con el objetivo de alcanzar un acuerdo entre los agricultores y la industria.
El 16 de febrero de 2006, representantes de los agricultores y de ambas empresas, reunidos en la Mesa de seguimiento del Acuerdo Marco Interprofesional, acordaron abandonar el cultivo de la remolacha en la zona centro en la campaña 2006/2007, tras lo cual ambas azucareras decidieron cerrar sus instalaciones.
La superficie cultivada de remolacha en Castilla-La Mancha está en torno a las 600.000 hectáreas, lo que supone el 6% de la superficie de España. La producción de este cultivo está alrededor de las 500.000 toneladas, el 8% de la producción nacional, lo que supone, considerando un rendimiento del 13%, 60.000 toneladas de azúcar.
Partiendo de estos datos, manifestó la consejera, el total de ayuda para nuestra comunidad autónoma será de aproximadamente 51,71 millones de euros durante el año 2006, destinando 8,47 millones de euros a los agricultores y 43,25 millones a la industria, a lo que habría que añadir la ayuda a la diversificación.