Agricultura Ecológica: una apuesta de futuro

Hoy en día, a nivel europeo, la nueva reforma de la PAC aprobada por los Estados Miembro, sitúa a la Agricultura Ecológica como punta de lanza de unos modelos de producción agrícola por los que se aboga y que requieren una mayor compatibilidad con la preservación del medio en el que se desarrollan.

La Agricultura Ecológica, también conocida como Biológica u Orgánica, se ha definido como “agricultura alternativa que se propone obtener unos alimentos de máxima calidad nutritiva respetando el medio ambiente y conservando la fertilidad del suelo, mediante la utilización óptima de recursos locales sin la aplicación de productos químico-sintéticos”; definición adoptada por el Ministerio de Agricultura en la creación de la Denominación Genérica de Calidad “Agricultura Ecológica” y reconocida por la C.E.E.

En los últimos años, hemos asistido a un crecimiento espectacular en cuanto a la superficie destinada y al número de productores y elaboradores comprometidos con la producción ecológica. El mercado de productos ecológicos es cada vez más amplio y accesible pero, una gran parte de la población, desconoce las características de este modelo de producción y las ventajas que ofrecen los productos que de éste se obtienen.

Aragón es una de las comunidades autónomas que mayor número de superficie y operadores trabajan con técnicas ecológicas certificadas por órganos de control. En este sentido, la superficie destinada a la producción ecológica en Aragón se ha cuadriplicado en los últimos siete años habiendo más de 74.000 ha. inscritas en el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica, evolución compartida en cuanto al número de operadores que se sitúa en más de 800 inscritos, datos que demuestran que la Agricultura Ecológica constituye la apuesta más real y de futuro para el desarrollo de la actividad primaria en un medio rural en franca regresión.

Por todo ello desde las distintas administraciones se están impulsando iniciativas para fomentar el desarrollo de este tipo de sistema de producción, tanto por sus ventajas comparativas frente a los sistemas agrícolas convencionales, como por las posibilidades que ofrecen como instrumentos de desarrollo de un modelo rural “sostenible”.

Por otro lado, los territorios pirenaicos, históricamente han sido espacios donde la actividad agroganadera se ha desarrollado en perfecta armonía con los sistemas naturales existentes; sin embargo, presentan condiciones limitantes muy claras para el desarrollo de la agricultura intensificada, industrializada y altamente mecanizada que caracteriza las tendencias productivas de otras áreas agroganaderas. Sin embargo, estos territorios recogen unas características singulares muy adecuadas para la integración de sus sistemas productivos con el medio y su adaptación a la denominación ecológica. Esto, ligado a que son áreas que soportan una cada vez más creciente afluencia de turismo, permite el desarrollo de estrategias de oferta y venta de producto propio de la zona de producción, incrementado su valor añadido con las garantías del producto ecológico.

Desde su primera edición, los esfuerzos de ERA han estado encaminados a acercar esta realidad tanto a profesionales del sector como a consumidores y, en este sentido, las semillas han dado sus frutos y se ha experimentado una creciente demanda de los productos ecológicos en diferentes comercios de la zona y han surgido diferentes iniciativas de producción ecológica que demuestran que es posible combinar el desarrollo turístico con el mantenimiento de la actividad agraria, consiguiéndose además la preservación del medio que sustenta ambas actividades y les da sentido.