ESPAÑA 27/03/2006
El director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, advirtió hoy de que se acerca la ''hora de la verdad'' para que las negociaciones sobre la Ronda de Desarrollo lanzadas en Doha hace cuatro años culminen a finales de 2006 y recordó que los ''flecos pendientes'' siguen siendo la reducción de los subsidios agrícolas donde EEUU y la UE ''deben mover ficha''; la rebaja de los aranceles a los productos agrícolas y los aranceles a los productos industriales.
Además, cree que la UE tendrá que hacer más concesiones y alertó de los riesgos económicos que se derivarían de un fracaso en la negociación.
''Nos enfrentamos a una fecha clave, que es finales de abril. Esta fecha representa la hora de la verdad'', dijo Lamy durante su comparencia ante la comisión de comercio internacional del Parlamento Europeo, donde urgió a los países miembros de la OMC a negociar ''números, importes y cifras concretas'' para fijar los porcentajes de reducción en las dos variables antes mencionadas y evitar que toda la negociación ''se juegue en el último momento''. Así pues, reclamó a los tres principales bloques de países a adoptar una posición respecto a las variables mencionadas anteriormente.
''No podemos perder más tiempo. La posibilidad de alcanzar un acuerdo, es decir de lograr el éxito de la negociación lanzada hace cuatro años, se decidirá en los cuarenta días que nos separan de abril'', alertó Lamy. El director general de la OMC admitió que la agricultura sigue constituyendo el ''punto central'' de la negociación aunque en la Unión Europea ''no se vea con buenos ojos''. Y al ser preguntado si la UE tendrá que hacer nuevas concesiones la respuesta fue: ''sí, la UE va a tener que ceder''.
La Unión Europea está dispuesta a hacer esfuerzos en materia agrícola pero exige reciprocidad a sus socios de la OMC y reclama, en concreto, una bajada real de los aranceles industriales. De hecho, en una reciente comparecencia parlamentaria, el comisario europeo de comercio, Peter Mandelson, lamentó que el llamado Grupo de los 20, liderado por potencias agrícolas como India y Brasil, no esté dispuesto a llegar tan lejos en la práctica como en sus declaraciones. Los Veinticinco se ofrecen a recortar en un 70% los subsidios a la agricultura y rebajar hasta en un 60% los aranceles impuestos a los productos agrícolas de países terceros.
El máximo responsable de la OMC puso también hoy el acento en las actitudes ''defensivas'' de muchos países desarrollados que tampoco están dispuestos a abrir plenamente sus mercados a pesar de que, según Lamy, la claúsula de salvaguarda específica pactada por todos los miembros de la organización garantiza la protección de los productos especiales y agrícolas.
En el capítulo de las indicaciones geográficas las posturas siguen alejadas y también se mantienen las diferencias en el grado de apertura de los mercados a los productos industriales procedentes de Europa y Estados Unidos, donde son India, Brasil y China los países reticentes.Otros aspectos que cobrarán importancia en la negociación serán la facilidad de los intercambios, para acelerar los flujos comerciales, y los programas de ayuda al comercio.
''El fracaso de estas negociaciones nos costaría en términos de crecimiento. Sería un fracaso econonómico para todos y un fracaso diplomático para los miembros de la OMC'', alertó el ex comisario europeo de Comercio, que advirtió también del error que supondría volver a los acuerdos comerciales bilaterales fuera del marco multilateral propuesto por la OMC.
En su origen, la ronda de Doha se marcó 2004 como fecha límite para alcanzar un acuerdo definitivo sobre comercio global, y sus impulsores confiaban en Hong Kong como último hito del camino. En todo caso, cualquier acuerdo posterior a 2007 tendrá un obstáculo adicional generado por Estados Unidos porque a finales de 2006 concluye el ''fast-track'', el mandato que permite al Congreso estadounidense aprobar y rechazar acuerdos comerciales sin presentar enmiendas previas.