ESPAÑA 29/03/2006
Las Primeras Jornadas sobre Calentamiento Global y Vino –celebradas durante los días 24 y 25 de Marzo en Barcelona– han resultado un éxito en todos sus aspectos. Ciento cuarenta y ocho profesionales (entre ellos bodegueros y enólogos de primer nivel, tanto españoles como extranjeros) han participado en las ponencias y debates que, durante dos días, han convertido el evento organizado por La Academia del Vino de España en punto de partida para el análisis extenso de una problemática hasta ahora prácticamente inexistente en la industria vinícola. De notable hay que calificar la atención prestada por los medios de comunicación: BBC, Bloomberg, Decanter, Wine Enthusiast, Drinks Business Magazine, Wine Business, Il Corrieri Vinicolo, Australia & New Zealand Wine Industry Journal, TVE, TV3, La Razón, Vinealis,… hasta un total de más de 40 periodistas de 17 países que cubrieron el evento.
El aumento previsto de las temperaturas medias entre 2 y 6 ºC en un futuro más o menos próximo –entre 50 y 100 años a partir del presente– determinará profundos cambios en la vitivinicultura que conocemos hoy día. Por ejemplo, pequeños cambios en la Corriente del Golfo (publicados en los últimos meses, pero aún por confirmar) podrían modificar drásticamente los patrones de temperatura y precipitación de toda la fachada atlántica europea, desde Noruega y Escocia hasta las Canarias. Este aspecto del cambio en concreto tendría efectos más que notables por ejemplo en Rías Baixas y en Burdeos, y también en todas aquellas regiones productoras con clima de influencia atlántica.
Las consecuencias no solo serán las derivadas directamente de aumento del calor y la escasez de agua. Habrá zonas que se hagan demasiado cálidas y áridas para soportar el cultivo de la vid, pero también podrían venir ‘nuevas’ plagas a asolar los viñedos. Quizá la mariquita asiática, los recientes brotes de hongos en Burdeos o la plaga que afecta al sur de Alemania no sean sino avanzadillas de lo que se avecina. Más concretamente, la ponencia del Dr. Xavier Sort (Bodegas Miguel Torres) giró en torno a un trabajo de investigación en el que se pone de manifiesto que en la mayoría de las regiones vinícolas catalanas tradicionalmente productoras será totalmente inviable la viticultura en un plazo de 40 a 70 años.
Mientras tanto, todo esto tendrá notable influencia en los vinos, especialmente en los tintos, que perderán color, aumentarán su contenido alcohólico y se harán más ‘pesados’ en general. De nuevo Burdeos, y regiones como La Mancha, en tres o cuatro décadas habrán sufrido una profunda transformación en el perfil de sus vinos, con toda probabilidad a peor. Por otra parte, variedades tintas (Petit Verdot, Graciano y Durif) y blancas (Vermentino, Viognier y Verdejo) pueden ver crecer su extensión, pues se trata de tipos de uva que parecen estar especialmente bien adaptados a las variaciones de temperatura.
Los ponentes de las Primeras Jornadas sobre Calentamiento Global y Vino –Richard Smart (Australia), Bernard Seguin (Francia), David Smart (USA), Mª José Truco (USA), Greg Jones (USA), Carlos Falcó - (España), Christian Butzke (USA), Adam Lechmere (Reino Unido), Xavier Sort (España), Vicente Sánchez (España) y Salvador Manjón (España) y José Ramón Picatoste (de la Oficina Española de Cambio Climático, Ministerio de Medio Ambiente)–, inicialmente unos más escépticos que otros, terminaron coincidiendo ampliamente en que las actuales franjas de temperatura media entre los 10 y los 20 ºC, en ambos hemisferios (franjas que incluyen a la práctica totalidad de las regiones vitivinícolas actuales) se irán desplazando paulatinamente hacia norte y sur, respectivamente. Y también se ocuparán, a igualdad de latitud, los terrenos de mayor altitud.
Por parte de la audiencia también hubo bastante unanimidad. La evidencia científica presentada por expertos de talla mundial fue, poco a poco, agrandando la sorpresa de los asistentes, quienes en su mayoría declaraban su desconocimiento previo sobre la gravedad del problema (así como su creciente preocupación y la necesidad de empezar a tomar medidas al respecto), y ponían de manifiesto la escasa conciencia del sector sobre las consecuencias del Cambio Climático y el Calentamiento Global.
Pancho Campo, organizador de las Jornadas y presidente de The Wine Academy of Spain, se mostraba feliz ante el éxito obtenido: “Tanto el nivel de las ponencias como la atención por parte de los medios de comunicación han sido muy satisfactorios. Pero lo más destacado ha sido la reacción del público asistente, que en su mayoría no imaginaba la gravedad y seriedad que el cambio climático empieza ya a representar para el sector y que ha apreciado mucho la organización de este evento. Esto es lo más valioso para una institución educativa seria y rigurosa como La Academia del Vino de España. Y, de hecho, ya estamos preparando la segunda edición, que tendrá lugar en 2008”.
Finalmente, hay que destacar que la Oficina Española de Cambio Climático, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, apoya y valora muy positivamente la celebración de estas jornadas, ya que pueden suponer un importante paso hacia el objetivo de la integración de la adaptación al cambio climático en la planificación y gestión de los distintos sectores socioeconómicos de España, en línea con el Plan Nacional de Adaptación que la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, presentó en febrero pasado. La adecuación del sector agrícola, condicionado por los cambios en la distribución de la lluvia y en el régimen térmico, constituye un buen ejemplo para otros sectores a la hora de integrar la adaptación al cambio climático en sus estrategias a medio y largo plazo.