COAG y las organizaciones de consumidores CEACCU y UCE exigen al gobierno que actúe para corregir los desequilibrios existentes en el mercado de productos agrarios
Los datos publicados por el ministerio de industria sobre los precios de los alimentos ponen de manifiesto una situación insostenible para agricultores y consumidores ...
Los datos publicados por el ministerio de industria sobre los precios de los alimentos ponen de manifiesto una situación insostenible para agricultores y consumidores: de enero de 2005 a enero de 2006, los precios de los alimentos han subido un 5 % al consumidor, mientras que en el campo han descendido un 5%
El comportamiento de las actuales formas de distribución domina el funcionamiento del mercado y contribuye a que los precios sean injustos para los agricultores y desorbitados para los consumidores
COAG y las organizaciones de consumidores CEACCU y UCE consideran que los datos publicados por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio sobre el IPC de los alimentos ponen de manifiesto una situación insostenible tanto para los agricultores como para los consumidores. En ese sentido, las tres organizaciones exigen al Gobierno que actúe para corregir los desequilibrios existentes en el mercado de productos agrarios. De enero de 2005 a enero 2006, los consumidores han tenido que pagar un 5% más por los alimentos frescos, mientras que los profesionales agrarios han tenido que soportar una reducción del 5 % en los precios percibidos.
El comportamiento de las actuales formas de distribución domina el funcionamiento del mercado y contribuye a que los precios sean injustos para los agricultores y desorbitados para los consumidores. Esta situación, tal y como reflejan los datos publicados por el Ministerio de Industria, obliga a los consumidores a destinar cada vez más dinero a la compra de productos básicos, mientras que los agricultores reciben unos precios tan bajos que no llegan a cubrir los costes de producción (sólo en el último año, la renta agraria ha descendido un 10,6%).
En la última década, la práctica congelación de los precios en origen de los alimentos (han experimentado una leve subida del 6,6%) ha servido para compensar la tendencia inflacionista de otros sectores de nuestra economía.
Ante el desequilibrio de esta situación, COAG y las organizaciones de consumidores firmaron un acuerdo de colaboración en el que se reivindicaba que:
- Los agricultores y ganaderos tienen derecho a percibir un precio adecuado por los productos que venden, que cubra sus costes y les permita un nivel de vida digno.
- El consumidor/a tiene derecho a conocer cómo se forman los precios y el funcionamiento del mercado. Por eso deben mejorarse los mecanismos de recogida de precios y crearse un Observatorio de Precios eficaz y operativo, además de un marco legislativo adecuado.
- Las posibles prácticas comerciales fraudulentas (como venta a pérdidas) deben perseguirse con firmeza y eliminarse.
- Para garantizar la seguridad de los consumidores y reconocer la calidad de los productos agrarios comunitarios, deben asegurarse los controles de las importaciones y garantizar la no utilización de productos prohibidos en la UE.
- Implantación del doble etiquetado (precios origen/precios destino) como criterio al servicio de la información al consumidor que propicie el conocimiento del valor real de los productos de nuestros agricultores y ganaderos y la detección de distorsiones interesadas de precios.
Bajo el eslogan ¿Quién se queda lo que tú pagas?, COAG y las organizaciones de consumidores CEACCU y UCE emprendieron el pasado 19 de enero una campaña de sensibilización, denuncia y reivindicación para dar a conocer la escasa participación de los agricultores en la conformación del precio final que adquiere su producto (en la mayoría de los casos no supera el 25%) y los desorbitados márgenes comerciales que se generan (cercanos en ocasiones al 700%), dando lugar a los altos precios que el consumidor debe pagar.