ESPAÑA 23/02/2006
Francisco Vargas Viñolo participó ayer en las jornadas que ha organizado ASAJA nacional sobre Pago Único, Desarrollo Rural y reformas de las Organizaciones Comunes de Mercado (OCM) pendientes. A los encuentros, celebrados el martes 21 y miércoles 22, asistieron representantes de ASAJA de todas las provincias, y contaron con la participación de los servicios técnicos de la asociación y del Ministerio de Agricultura. Las reuniones se celebraron en la sede de la CEOE en Madrid.
El presidente de la patronal en Almería habló en su ponencia de la importancia de las hortalizas en el conjunto de la agricultura española y comunitaria. Así, recordó que contribuye de forma determinante a la economía, la estructuración del territorio y el empleo en muchas regiones de la Unión Europea. “Históricamente, este sector no ha sido considerado de manera suficiente en la Política Agraria Comunitaria”, señaló.
Según los datos de la campaña del 2004, las hortalizas en España sobrepasaron la producción de 14 millones de toneladas, cultivadas en una superficie de 418.000 hectáreas.
Vargas recalcó que las hortalizas son el principal componente de la producción de la rama agraria española, con un valor alcanzado en el año 2003 de 6.249 millones de euros, lo que representa el 16’6% de la agricultura nacional. Dentro de este contexto, Almería se ha convertido en la primera productora nacional, con más de 2’3 millones de toneladas que alcanzaron un valor de 1.537 millones de euros (representa el 20’4% del total nacional). Almería aporta un 18’5% a la producción agraria andaluza
A pesar de estas cifras, que ponen de manifiesto la importancia de las hortalizas en España, Francisco Vargas quiso subrayar que aunque genere más de un millón de puestos de trabajo sólo recibe un 3’8% de las subvenciones de la UE destinadas a esta materia.
Por si esto fuera poco, este sector está especialmente amenazado por la globalización. Las hortalizas se encuentran esencialmente desprotegidas frente a las importaciones de terceros países. Existen una serie de acuerdos preferenciales con países de la Cuenca Mediterránea que incluyen un conjunto de medidas que suavizan el sistema de protección del mercado europeo frente a las importaciones. Consisten esencialmente en la exención total o parcial de los derechos arancelarios de aplicación, sólo para un determinado volumen de importación –contingente- o ilimitada. Estos acuerdos lo único que provocan es una hundida de los precios en los productos nacionales.
Para evitar esta situación, Vargas reivindicó la posibilidad de modificar temporalmente los contingentes sin arancel para que la CE pueda variar a la baja la cantidad total de un determinado producto siempre que la oferta en los mercados comunitarios así lo aconseje.
Sobre la OCM, concluyó que en lo que se refiere al intento de concentrar la oferta ha resultado un fracaso, ya que actualmente sólo el 40% de los agricultores están vinculados a una OPFH. Por este motivo, reivindicó una nueva reforma que sí incorpore mecanismos para atajar con este problema. Precisamente, en los próximos días, ASAJA nacional ofrecerá una jornada sobre la OCM.
Finalmente, Vargas denunció lo poco que recibe el agricultor por su género y lo mucho que paga el consumidor cuando éste llega a la venta. Por este motivo, el presidente de ASAJA-ALMERÍA se preguntaba si realmente todos los eslabones de la cadena estarían dispuestos a hacer públicos sus márgenes de beneficios para observar quién se lleva las mayores ganancias y si alguno de ellos estaría dispuesto a renunciar a una mínima parte para que así el agricultor obtenga una cantidad digna.