ESPAÑA 27/12/2006
Una multa de 120.000 euros, la obligación de arrancar la cosecha y una denuncia ante la Fiscalía son las sanciones a las que habrán de enfrentarse los agricultores almerienses que empleen fitosanitarios ilegales y sean descubiertos en las inspecciones que realiza la Junta de Andalucía, según anunció ayer Juan Deus, delegado provincial de la Consejería de Agricultura y Pesca.
El anuncio de la Consejería se produce después de que, el pasado miércoles, el Ministerio de Consumo del estado alemán de Baden Wüttemberg previniera contra el consumo de pimientos españoles, sobre la base de que el Departamento de Investigación Animal y Química de Stuttgart habría encontrado en seis muestras de pimiento español analizadas residuos de una sustancia no autorizada, ''isofenphos methyl'', en cantidades que superan el límite máximo vigente en Alemania para sustancias cuyo uso como fitosanitario no está permitido.
Juan Deus señaló que el uso de materias activas no autorizadas por parte de agricultores de la provincia no es más que «un hecho puntual», aunque «muy peligroso» para la imagen de Almería como zona productora en los mercados europeos. El delegado aseguró que los agricultores que utilizan materias activas prohibidas sobran en el sistema agrícola almeriense, dado que «el futuro no puede estar en manos de unos pocos que juegan con fuego». En este sentido, destacó que en la actualidad existen en la provincia de Almería 1.300 hectáreas en las que se realiza un control biológico de las plagas, de forma que se descarta toda posibilidad de que aparezcan residuos de fitosanitarios.
Consumo
Por otra parte, el delegado de Agricultura hizo un llamamiento a los consumidores para que acojan estas informaciones «con calma y tranquilidad», puesto que la Junta de Andalucía «está haciendo un esfuerzo claro por potenciar otro tipo de cultivos». Además, el mismo Ministerio de Consumo de Baden Wüttemberg aclaraba en el aviso difundido la pasada semana que «aún no se ha traspasado en las muestras el umbral máximo de peligro concreto para la salud».
Las posibles consecuencias de este comunicado en los mercados europeos aún están lejos de poder ser precisadas. A finales de la pasada semana algunos supermercados de la región ya empezaron a seguir las recomendaciones del Ministerio de Consumo, rechazando partidas de pimientos españoles, e incluso retirándolos de los lineales, según informaciones confirmadas tanto por importadores alemanes como por exportadores almerienses.
La información emitida por el Gobierno de Baden Wüttemberg se remite a unos análisis realizados entre los meses de noviembre y diciembre por el Instituto de Investigación Animal y Química de Stuttgart, en los que, al parecer, se hallaron restos de ''isofenphos methyl'' -un fitosanitario «no permitido ni en España ni en ningún estado miembro de la UE»- en nueve de las quince pruebas realizadas sobre pimientos españoles. Los contenidos de esta materia encontrados en las partidas españolas se movían entre los 0,005 y 0,18 miligramos por kilo, y seis de ellas superaban el límite máximo permitido, de 0,01 miligramos.