Myanmar desarrollará su sector del aceite vegetal de uso alimentario durante los próximos tres años con el apoyo técnico de la FAO y gracias a una donación de 12,3 millones de dólares EE.UU. del Fondo para el Desarrollo Internacional (OFID) de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
El coste total del proyecto asciende a 14 millones de dólares, estando el resto de los fondos cubiertos por el Gobierno de Myanmar, según informó hoy la FAO.
El proyecto servirá para incrementar la producción de semillas oleaginosas y mejorar las técnicas de procesado del aceite. Se espera que pueda promover los ingresos rurales y la seguridad alimentaria en el país, en donde el 75 por ciento de la población vive en zonas rurales y depende fundamentalmente de la agricultura para su subsistencia. Según la FAO, se trata de uno de los proyectos de mayor envergadura de sus características.
“El objetivo de este proyecto es incrementar la productividad y el valor de los cultivos oleaginosos y sus derivados, al tiempo que se garantiza el abastecimiento de aceite comestible de bajo precio a los consumidores. También nos aseguramos que se ejecutan políticas acertadas y se fortalecen las instituciones para desarrollar un sector de cultivos oleaginosos sostenible y competitivo”, aseguró Geoffrey Mrema, responsable de la Dirección de Sistemas de Apoyo a la Agricultura de la FAO.
Mayor productividad
El proyecto se centrará principalmente en cuatro semillas oleaginosas: sésamo, cacahuete, girasol y soja, así como en el aceite de palma, y aumentará la producción de los cultivos oleaginosos al mejorar la disponibilidad de semillas mejoradas y material genético. También se espera obtener una mayor productividad a través de la adopción de mejores sistemas de cultivo, que se promoverán con un enfoque participativo que incluye la creación de parcelas para la experimentación y la organización de escuelas de campo para los agricultores.
Los fondos permitirán la construcción de dos nuevas plantas de extracción de aceite con disolventes, y la modernización de las plantas de procesado de aceite existentes. La producción media anual de aceites vegetales en Myanmar -en su mayoría de cacahuete y sésamo-, se estima en unas 500 000 toneladas. El país asiático importa además una media de 160 000 toneladas anuales de aceite de palma.
Mejorar la eficacia de las plantas procesadoras incrementará su rendimiento y la disponibilidad de aceites comestibles refinados, por lo que se reducirán las importaciones y aumentará la calidad y el valor del aceite comestible y de las tortas (residuos). Además, el proyecto establecerá normas a nivel nacional para los aceites comestibles y creará la capacidad institucional para que exista un control adecuado.
La FAO ayudará igualmente a Myanmar a crear su propia capacidad para formular y ejecutar políticas para promover el desarrollo sostenible del sector de los cultivos oleaginosos. “El proyecto es un buen ejemplo del enfoque integrado que defiende la FAO para una mejor eficacia y competitividad de los sistemas agroalimentarios”, subrayó Mrema.