ESPAÑA 16/11/2006
Reclama al consejero que “cierre el grifo” de las subvenciones a las empresas almerienses hasta que no se avance en la concentración de la oferta
Tal y como avanzara COAG Almería hace tres semanas, la campaña actual está yendo por los mismos derroteros que la anterior. El año 2005 resultó nefasto para los productores almerienses y, de seguir así las cosas, no podrán hacer frente a otra campaña igual. Por esta razón, COAG ha decidido emprender movilizaciones y salir a la calle. El Consejo Provincial de la organización se reunirá el próximo viernes en La Puebla de Vícar para decidir qué tipo de acciones se van a acometer.
Los precios de las hortalizas almerienses se encuentran por debajo de los costes de producción. En las subastas de ayer el tomate larga vida, por ejemplo, obtuvo un precio medio de 0,26 euros/kilo, el pimiento corto verde 0,42 euros/kilo y la berenjena 0,36 euros/kilo, cuando sus costes de producción son de 0,29 euros/kilo, 0,50 euros/kilo y 0,27 euros/kilo respectivamente.
Una vez agotada la vía del diálogo con el sector y en vista de la pasividad demostrada por las empresas de comercialización, COAG Almería emprenderá movilizaciones a petición de los agricultores para forzar una reacción por parte del sector. También resulta incomprensible el silencio de la Administración, que se ha limitado únicamente a reclamar a los productores que cumplan el código verde sin pronunciarse sobre la crisis de precios. En esta línea, la organización agraria critica que la Consejería no ha hecho sus deberes ya que el código verde es una medida positiva pero inútil si se queda dentro del invernadero. A juicio de la organización agraria, era mucho más urgente contar esta campaña con el Decreto de Tipificación, tal y como prometió hace un año el consejero de Agricultura, para regular el producto que sale de la provincia. Además, se está comprobando que los agricultores que han apostado por la lucha biológica no están percibiendo un precio superior por sus productos.
Asimismo, COAG Almería cree que la Administración autonómica debería exigir a la comercialización en los mismos términos que a la producción antes de repartir subvenciones sin pedir nada a cambio. “El consejero tiene que ‘cerrar el grifo’ hasta que no exista un compromiso claro por parte de las empresas. Esta comprobado que es la única forma de obligar a los consejos de administración a reaccionar”, sostiene el secretario provincial de COAG, Andrés Góngora. Le recomienda, en este sentido, que “cierre el grifo” de las subvenciones a las empresas de comercialización hasta que no se avance en la concentración de la oferta. “Este tipo de iniciativas tienen que propulsarla los consejos de administración de las empresas y mientras continúen recibiendo subvenciones está demostrado que no van a mover un dedo”, sostiene Góngora.
Como cada año, los agricultores han realizado una importante inversión económica para adaptarse a las exigencias cada vez mayores del mercado pero esto, sin embargo, ese esfuerzo ni se valora ni se ve reflejado en los precios en origen de los productos. Hemos llegado a un punto que los precios de venta no se están en función de la calidad de los productos; hagamos lo que hagamos, los precios son dictados por la gran distribución sin que ni cooperativas ni alhóndigas hagan nada por contrarrestarlo. “Nos hemos sumergido en los últimos años en una espiral de certificaciones de calidad que están resultando inútiles porque las empresas de comercialización no avanzan en la concentración de la oferta”, lamenta Góngora. “Sin precio no hay sector”, añade.