ESPAÑA 29/11/2006
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG Sevilla, denuncia los fuertes desequilibrios existentes en el mercado del sector de los cítricos, donde la diferencia entre el precio en origen y el precio en destino es de un 800%, participando tan sólo el agricultor en el 10% del precio que paga el consumidor.
En estos momentos, los agricultores están vendiendo la naranja a 0,11€/ Kg en árbol, mientras que el precio en destino es de 1€/Kg. En el caso de la clementina, el precio en origen se sitúa entre los 0,12 €/Kg y 0, 15 €/Kg y el precio de destino está entre 1,20 €/Kg y 1,40€/Kg. COAG Sevilla no entiende el fuerte descenso del precio en origen, en una campaña caracterizada por una producción normal y por las buenas calidades de la fruta. Además, esta situación se ve agravada por la falta de movimientos de ventas, que está obligando a los agricultores que consiguen cerrar contratos de venta, a aceptar estos precios tan bajos. Al mismo tiempo, agricultores que pertenecen a una OPFH (Organización de Productores de Frutas y Hortalizas) se están planteando vender la fruta a la industria para su transformación.
En la provincia de Sevilla hay unas 17.871 hectáreas de naranjo dulce (el 35% de la superficie andaluza), siendo la variedad navelina la más representativa, y 1.844 hectáreas de mandarino (el 13% de la superficie andaluza). Según los datos de la Consejería de Agricultura, se estima una producción de 363.510 toneladas de naranjo dulce, frente al descenso de la pasada campaña como consecuencia de las heladas de enero y marzo de 2005 que situó la producción en 276.060 toneladas.
COAG Sevilla denuncia los abusivos márgenes comerciales en el sector de los cítricos, caracterizado por la falta de mecanismos que permitan paliar los grandes desequilibrios exigentes en este mercado. En este sentido, COAG Sevilla exige al Ministerio de Agricultura celeridad en la puesta en marcha del Observatorio de Precios para este sector, en el que se está trabajando en estos momentos. Al mismo tiempo, solicita una organización de la oferta, en la que esté representado el sector productor, y una regularización de los mercados de modo que se controlen adecuadamente las entradas de cítricos de terceros países.