La organización agraria afirma que el tomate ha sido el cultivo más asegurado y que los agricultores almerienses incluyen cada vez más la estructura en el seguro
Pese a que las primeras estimaciones apuntaban a un aumento este año en la contratación del seguro de cosecha en cultivos protegidos, finalmente la campaña de aseguramiento ha arrojado un descenso generalizado. A falta de un recuento oficial, fuentes de Agroseguro consultadas por COAG aseguran que el número de hectáreas aseguradas en la provincia podría haber descendido más de un 50% con respecto al año 2005.
La organización agraria COAG Almería se ha visto afectada también por este descenso, aunque en menor medida, ya que ha tramitado un total de 166 pólizas (-38%) de cosecha este año, que se corresponden con 306 hectáreas aseguradas (-33%). El tomate ha sido el cultivo más asegurado con diferencia (prácticamente la mitad de los seguros realizados) y se ha detectado un incremento de los agricultores que aprovechan la posibilidad que ofrece la póliza de cultivos protegidos de asegurar la estructura del invernadero junto con la cosecha.
La principal lectura que se puede realizar, a juicio de COAG Almería, es que el seguro sigue sin resultar atractivo para los agricultores almerienses. Las cifras distan mucho aún del nivel de aseguramiento deseado porque las condiciones de la póliza de cultivos protegidos siguen a años luz de adaptarse a las peculiaridades de un sector hortofrutícola que, en casos como los de las recientes lluvias, observa impotente como no son cubiertas las múltiples situaciones que pueden acontecer dentro de una explotación invernada. Si a esto le unimos que la sensación de riesgo en septiembre es nula en Almería –el plazo para formalizar la póliza concluyó el día 30 del pasado mes)–, obtenemos la razón del bajo nivel de aseguramiento de la provincia. “Todos pesamos en instalar en casa un aparato aire acondicionado cuando llega el calor. En pleno mes de septiembre, con temperaturas superiores a los 30 grados centígrados, un agricultor no percibe sensación de riesgo de helada, por ejemplo”, argumenta el secretario de Organización de COAG y responsable del Área de Seguros, Antonio Moreno. Desde la organización agraria se había solicitado este año a la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa) una ampliación del plazo de aseguramiento de al menos 15 ó 30 días para que las plantaciones más tardías pudiesen también acogerse al seguro y esta sensación de riesgo fuese más palpable con la llegada del frío. Sin embargo, el Ministerio se negó a prorrogarlo, cuando hace pocos años se podía asegurar la cosecha hasta el 15 de noviembre.
“Durante los últimos años, nuestra organización ha informado a los agricultores de las características de esta póliza y les hemos recomendado que aseguren sus cosechas pero, al fin y al cabo, son ellos mismos los que tienen la última palabra. Ahora debería ser el Ministerio de Agricultura el que avanzara en la mejora del seguro (teniendo en cuenta las necesidades especiales que caracterizan a la agricultura intensiva bajo plástico) con la creación de un seguro integral de explotación que cubra una producción mínima en condiciones normales”, concluye el responsable sindical.