ESPAÑA 23/10/2006
El sector vitivinícola considera muy negativo el borrador de anteproyecto de Ley de medidas sanitarias para la protección de la salud y la prevención del consumo de bebidas alcohólicas por menores, documento al que se ha tenido acceso de forma extraoficial, y que contiene graves perjuicios para productores, elaboradores, comercializadores y consumidores. Cabe recordar que la vigente Ley de la Viña y del Vino lo define como alimento natural.
El sector, representado por las Organizaciones Profesionales Agrarias (OPA), ASAJA, COAG y UPA, la Confederación de Cooperativas Agrarias (CCAE) y las organizaciones del sector industrial (AVIMES y FEV), mantuvo una reunión esta semana donde se analizó el citado documento y se acordó qué medidas y actuaciones se van a poner en marcha para evitar las repercusiones tan negativas que su entrada en vigor supondría para el conjunto del sector.
Así, tras analizar el borrador de anteproyecto de Ley de medidas sanitarias para la protección de la salud y la prevención del consumo de bebidas alcohólicas por menores, se decidió remitir sendas cartas tanto a la ministra de Sanidad y Consumo como a la titular de Agricultura, Pesca y Alimentación, en las que se les muestra la enorme preocupación del sector a la vez que se solicita con carácter urgente una reunión con el objeto de que el vino no se incluya en esta futura disposición.
Todo el sector en su conjunto comparte la necesidad de encontrar soluciones a la debida protección de los menores frente al alcohol, pero muestra gran preocupación ante determinados métodos e instrumentos propuestos en el anteproyecto de Ley, tales como la intromisión a la libertad por parte de los adultos en el acceso y consumo de vino, la limitación en la promoción y publicidad o las restricciones al uso de marcas, por poner algunos ejemplos.
No hay que olvidar la profunda crisis que atraviesa el sector vitivinícola en estos momentos, un sector que tiene en España una gran trascendencia desde el punto de vista social, económico y territorial, ya que lo sustentan más de 400.000 explotaciones agrarias, dando empleo a más de 30.000 personas en la transformación y comercialización y otros 30.000 en empleos indirectos, facturando más de 5.000 millones de euros. Todo esto sin olvidar su importancia ambiental, paisajista y cultural.
Por otro lado, es preciso tener presente que el consumo del vino se ha reducido a menos de la mitad en los últimos 20 años (pasando de 70 a 26 litros per cápita en la actualidad), por lo que no parece que haya una relación directa entre el consumo de vino y los problemas de alcoholismo.
El sector resalta que no se pueden obviar los aspectos beneficiosos que un consumo inteligente y sensato del vino tiene sobre la salud de las personas tal y como ha quedado demostrado en numerosos estudios científicos y médicos, por lo que debe tener un tratamiento diferenciado del de otras bebidas alcohólicas, ya que, además, dicho anteproyecto entra en clara contradicción con la vigente Ley de la Viña y del Vino que lo define como alimento natural.