ESPAÑA 05/01/2006
El consejero de Agricultura y Agua de la Comunidad, Antonio Cerdá, ha señalado hoy que el nuevo “trasvase cero” para los regadíos de la Región que ha acordado hoy el Consejo de Ministros para el segundo trimestre del año hidrológico (enero-marzo) “es la consecuencia del programa ‘más sequía’ del Gobierno socialista”.
Según Cerdá, “los agricultores de la Región de Murcia no merecen que se les penalice porque otros no han sabido aprovechar el agua como hacemos aquí”, y ha recordado que “los regantes murcianos utilizan las mejores tecnologías y aprovechan hasta la última gota de agua para conseguir la agricultura más moderna y competitiva de Europa”. Así, Cerdá se ha preguntado “si ésta es la Nueva Cultura del Agua tan cacareada por los socialistas”, y ha indicado que “Murcia, Alicante y Almería producen, respectivamente, gracias al agua del trasvase del Tajo, el 70 por ciento y el 92 por ciento de las exportaciones españolas de frutas y hortalizas que ahora se intentan cargar”.
El consejero ha subrayado que la política del agua del Gobierno central aboca a Murcia al “desastre ecológico”, ya que puede suponer la pérdida de 28 millones de árboles en la Región. Cerdá ha afirmado que el Gobierno murciano no puede aceptar esta decisión, “tanto por el peso económico de la agricultura murciana en España, como por el problema ambiental irreparable que puede generar la salinización de 130.000 hectáreas de regadío”.
Cerdá ha manifestado que esta decisión “demuestra una vez más el error que cometió el Gobierno Zapatero derogando el trasvase del Ebro y condenando a la sequía permanente no sólo a las cuencas del Mediterráneo, sino a toda España”. El consejero ha recordado que el anterior Plan Hidrológico Nacional “fue el resultado de muchos años de estudios y trabajos para acabar con la sequía en toda la geografía española, no sólo en las cuencas del Mediterráneo, sino también en el interior”.
Para el consejero murciano, la situación de los embalses de cabecera y de las Tablas de Daimiel no es razón suficiente para castigar a los agricultores de la Región, “sino que es consecuencia de una mala gestión y un mal reparto del agua en toda España”.
El titular de Agricultura y Agua ha calificado de “inaceptable” que el Gobierno socialista no tenga, después de transcurrida casi media legislatura, “ninguna alternativa real al trasvase del Ebro”. Para Cerdá, los planteamientos del Gobierno central en política de agua “son puramente retóricos y de cara a la galería, y tienen como único objetivo dividir a la sociedad murciana”. En este sentido, ha agregado que el Gobierno de Rodríguez Zapatero practica una política hidráulica “carente de norte, carente de objetivos y totalmente errática”, y muestra “una clara y patente incapacidad para resolver el déficit hídrico de la cuenca del Segura, mientras que lo único que está produciendo es el enfrentamiento entre comunidades”.
Cerdá ha indicado que “no es de recibo que en estos momentos la cuenca del río Ebro tenga almacenados en el embalse de Mequinenza más de 1.400 hectómetros cúbicos, por encima del noventa por ciento de su capacidad total, y que el Ebro esté vertiendo al mar Mediterráneo más de 300 metros cúbicos por segundo, mientras aquí estamos con trasvase del Tajo cero y con la sequía que padecemos”. El responsable de Agua ha agregado que “los socialistas también quieren crear enfrentamientos entre las comunidades de Castilla-La Mancha y Murcia en torno al problema de las Tablas de Daimiel, cuando este asunto puede ser perfectamente resuelto con recursos procedentes de la cuenca del Guadiana”.
“Los agricultores murcianos tienen que estar alerta, porque se les viene encima un problema muy gordo, cuando haya que empezar a regar en primavera y no existan recursos disponibles, por lo que desde el Gobierno regional vamos a hacer todos los esfuerzos para que las consecuencias de esta decisión sean lo menos graves posible”, ha concluido Cerdá.