Las tres agencias alimentarias de la ONU con sede en Roma realizaron hoy un llamamiento para que se destinen más fondos a la agricultura y el desarrollo rural si se quiere que el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir a la mitad el número de personas pobres y hambrientas en el mundo se reduzca antes del año 2015.
En un documento preparado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), estas agencias se congratulan al mismo tiempo por las recientes iniciativas de los donantes de incrementar la ayuda al desarrollo y su coordinación.
También saludan el acuerdo del G8 por el cual el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Fondo para el Desarrollo Africano cancelarán de forma inmediata cerca de 40 000 millones de dólares EE.UU. de la deuda de 18 países en desarrollo, sin recortar la suma global de las ayudas económicas destinadas a estos u otros países.
Muchos países dependen de la agricultura para crecer
Sin embargo, los organismos de la ONU indicaron que los proyectos centrados en la agricultura y el desarrollo rural, así como la ayuda alimentaria directa a los grupos más necesitados, han sufrido durante demasiado tiempo de la falta de financiación necesaria, a pesar de que la mayoría de los pobres viven en zonas rurales y de que el hambre es la principal causa de la pobreza.
Los países más pobres son aquellos con sociedades y economías básicamente agrícolas, por lo que es evidente que transformar las vidas y los medios de subsistencia en las zonas rurales es esencial para lograr reducir el hambre y la miseria.
El documento indica que la tendencia al alza de la ayuda al desarrollo y el reconocimiento por parte de los gobiernos de muchos países en desarrollo de la importancia de la agricultura y del desarrollo rural, ofrecen una oportunidad única para relanzar la financiación de estos dos sectores.
Cerca del 70 por ciento de los 1 100 millones de personas que viven con menos de un dólar de EE.UU. al día residen en zonas rurales. La mayoría de los pobres rurales tienen su medio de subsistencia en la agricultura o actividades asociadas. En un mundo de abundancia, señala el documento, ''852 millones de personas sufren de desnutrición crónica, de los que 843 millones viven en países en desarrollo o con economías de transición''.
La trampa del hambre no permite salir de la pobreza
Las agencias de la ONU subrayan la ironía de que muchas de las víctimas del hambre son campesinos que no logran producir o ganar lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas. ''Para muchos de ellos, la desnutrición es un obstáculo para llevar una vida sana y productiva. El hambre actúa como una trampa que les impide escapar de la pobreza''.
Por este motivo los autores del documento solicitan una mayor movilización de recursos, combinada con una mayor eficacia en las ayudas y que éstas se concentren en el lugar donde más se necesitan: las áreas rurales. También piden una mayor armonización con las iniciativas destinadas a promover el comercio.
Incrementar el acceso de los países en desarrollo a los mercados agrícolas mundiales y hacer que su agricultura sea más competitiva a nivel doméstico e internacional puede mejorar notablemente los efectos positivos de la ayuda al desarrollo.
Los dos documentos conjuntos, junto a otro de antecedentes realizado por la FAO, fueron preparados para una reunión del Consejo Económico y Social (ECOSOC) -órgano que coordina en la ONU las tareas en favor del desarrollo-, celebrado en Nueva York, y fueron hechos públicos hoy en el sitio oficial de la FAO.