ESPAÑA 20/07/2005
La Federación Agroalimentaria de CC.OO. participa en las movilizaciones contra la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del azúcar y en la manifestación que tiene lugar hoy lunes día 18 en Bruselas, convocada por la Confederación Internacional de Remolacheros Europeos (CIBE) y a la que se ha unido la Federación Europea de Sindicatos de Agricultura, Alimentación y Turismo (EFFAT), -organización a la que pertenece la Federación Agroalimentaria de CC.OO.-, y la Industria europea del Azúcar (CEFS). La manifestación tendrá lugar el mismo día en que los ministros de Agricultura de la Unión Europea debatirán sobre la propuesta de la Comisión Europea para modificar la OCM del azúcar.
Cecilia Sanz, secretaria general de la Federación Agroalimentaria de CC.OO. ha manifestado que, de aprobarse finalmente esta reforma “ya propuesta por Fishler y que la nueva comisaria de Agricultura, Mariann Fischer, ha continuado a pesar del rechazo manifestado por diez países miembros y que fue cuestionada por, al menos, otros cinco” significaría un golpe brutal para el sector en su conjunto, ya que “los agricultores dejarían de sembrar remolacha y las empresas dejarían de molturarla”, con lo que ello supondría una grave pérdida de actividad y, consecuentemente, de empleo, sobre todo en las zonas donde no hay alternativas al cultivo de la remolacha.
El sindicato europeo EFFAT ha destacado que los objetivos marcados por la Comisión Europea y la necesidad de adaptar la reglamentación sobre el azúcar de cara a aceptar los desafíos internacionales, no deberían hacer olvidar los esfuerzos ya realizados por el sector azucarero en los últimos años y no deben sacrificar el conjunto del sector en el altar de las negociaciones de la OCM. En este sentido, Cecilia Sanz ha declarado que en el caso español “se ha realizado un gran esfuerzo en los últimos años por la competitividad del sector, modernizando explotaciones y fábricas”.
La Comisión propone una reducción de los precios en gran escala, en un lapso de tiempo muy breve, lo que va más allá de los objetivos de la Unión Europea en el marco de los acuerdos de la OCM. Una reducción de los precios del 39 por ciento en un período de dos años significa, al menos, el cierre del 40 por ciento de todas las fábricas europeas y de un porcentaje similar en España, así como la pérdida de 25.000 empleos directos y de 125.000 indirectos en Europa. Este período es también demasiado corto para que sea posible una reestructuración socialmente responsable. Para Cecilia Sanz, la Comisión Europea “cierra una vez más los ojos sobre la situación de miles de asalariados del sector azucarero cuyos empleos, que están situados principalmente en regiones rurales con escasas ofertas de empleo, se ven amenazados por la proposición presentada el 22 de junio de 2005”.
