Los nuevos datos que baraja la Comisión Europea supondrían una reducción de ingresos de un 48% para los productores de remolacha del Estado español
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG, alerta de que la propuesta de reforma de la OCM del azúcar que sostiene la UE podría suponer la desaparición de la remolacha en el Estado español, lo que amenaza la desaparición de 20.000 explotaciones, la mayoría en Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha y norte peninsular.
COAG considera que los últimos datos que baraja la Comisión Europea son inaceptables de principio a fin ya que destruirían por completo el tejido económico y social que rodea a la remolacha y a la fabricación de azúcar en las 22 provincias donde está presente este cultivo. La reducción del precio institucional de la remolacha en más de un 48 % tendría como consecuencia la deslocalización del cultivo hacia las regiones más competitivas del Centro y Norte de Europa. Desde COAG, defendemos el mantenimiento del sistema de cuotas con precios remunerativos, que garanticen la continuidad del cultivo y la transformación en todos los Estados productores, evitando la deslocalización y la pérdida de capacidad productiva.
Y es que la reforma actúa contra los países, como España, que se han dedicado a producir la cuota autorizada, sin ser responsables de la generación de excedentes, a la vez, que excede las propuestas planteadas por la UE en el seno de la Organización Mundial del Comercio. “De la propuesta de la Comisión se deduce que el principal objetivo es abaratar el precio de las materias primas para la industria consumidora, principalmente dedicadas a la fabricación refrescos y repostería en la UE, potente lobby de presión a nivel internacional”, ha puntualizado, José Luís Ocio, responsable del sector de la Remolacha de COAG, a lo que ha añadido que “los consumidores europeos apenas notarán esta medida, ya que el 70% del azúcar que se consume proviene de productos elaborados”.
Ante esta situación, COAG insta al Ministerio de Agricultura a articular mecanismos eficaces para bloquear la posible reforma, al mismo tiempo que no descarta iniciar un proceso de movilizaciones para mostrar su más rotundo rechazo a estos planteamientos.