Los ministros de Agricultura de la Unión Europea apoyaron hoy las medidas adoptadas por la Comisión Europea para detectar e impedir la entrada en territorio europeo del maíz transgénico ilegal Bt-10, indicó la titular epañola, Elena Espinosa, quien añadió: ''etamos totalmente de acuerdo con las medidas adoptadas por la Comisión'', tras indicar que sus colegas agradecieron al Ejecutivo comunitario su ''agilidad'' a la hora de poner todos los mecanismos en marcha una vez detectado el Bt-10.
Por otra parte, durante la reunión del Consejo España ha defendido, al igual que otros países, especialmente Alemania, que este tipo de controles se hagan desde la Unión Europea, en un ámbito europeo y que no sean políticas individuales de los Estados miembros.
''Creo que unidos hacemos mucha más fuerza para evitar situaciones como las del Bt-10'', recalcó la ministra.
El Consejo analizó el informe de Bruselas sobre la circulación dentro de la Unión Europea del maíz transgénico ilegal Bt-10, un organismo genéticamente modificado (OGM) no autorizado en territorio europeo.
El pasado viernes, la Comisión recibió de la empresa Syngenta el método de detección que se le había exigido después de que la sociedad suiza hubiera informado el pasado 31 de marzo de la introducción en el mercado europeo de alrededor de mil toneladas de este producto prohibido en la UE.
Bruselas comunicó ayer a los Estados miembros que ya está disponible para que se puedan realizar los controles necesarios a la llegada de maíz transgénico de esta compañía a los mercados europeos.
La medida permitirá a los Veinticinco exigir a los importadores realizar un test de detección del Bt-10 en caso de que lleguen a Europa partidas de maíz sin certificado.
La UE puso fin el 19 de mayo de 2004 a cinco años de su controvertida moratoria de transgénicos que se autoimpuso en junio de 1999, una vez que la CE autorizó la importación del maíz genéticamente modificado ''Bt-11'', diseñado por la citada empresa a pesar de las presiones de los ecologistas.