ESPAÑA 21/02/2005
La Consejería de Agricultura y Pesca ha publicado las ayudas a la contratación de Seguros Agrarios del Plan 2005 sobre Seguros Agrarios Combinados a través de la Resolución del 27 de enero de 2005, que viene a desarrollar el Real Decreto-Ley 1/2005 donde se determinan las producciones que son asegurables, las fechas de suscripción de las pólizas y las ayudas estatales que tendrá su contratación.
La subvención de la Junta de Andalucía en apoyo al coste de seguros agrarios de los agricultores asciende a 8.225.000 euros, según aparece aprobada en la Ley de Presupuestos de 2005. La ayuda que recibirá cada agricultor se calculará en función del grupo al que pertenezca la póliza contratada, y la aplicación del siguiente porcentaje sobre la subvención otorgada por la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) --Grupo de líneas A: 10%; Grupo de líneas B: 40%; y Grupo de líneas C y D: 50%--. Entre los apartados más novedosos de la resolución aparece, por primera vez, el Seguro de Explotación de uva de vinificación.
La Consejería de Agricultura y Pesca adopta el nuevo reglamento de aplicación del Plan de Seguros Agrarios Combinado de 2005, consciente de que el Seguro Agrario es garantía de la estabilidad en la renta del campo andaluz.
De hecho, la contratación del seguro disminuye la incertidumbre de la actividad, según queda reflejado en una de las estrategias del Plan de Modernización de la Agricultura Andaluza elaborado por la propia Consejería, quien decidió complementar las ayudas que concede la Administración central mediante ENESA y promover su utilización, así como la posibilidad
--mediante acuerdo con Agroseguro-- de ampliar los cultivos y riesgos no contenidos en el Plan de Seguros Agrarios Combinados.
El seguro agrario combinado ofrece al productor tres grandes grupos de productos. El primero hace referencia al tradicional seguro combinado de riesgos, con una cobertura entre el 80 y el 100 por ciento, que cubre varios riesgos a la vez, como pedrisco, sequía, incendios o helada. El segundo de los casos corresponde a los seguros integrales, con una cobertura del 65 por ciento, que responden por cualquier riesgo que produzca disminución de producción que no sea imputable al agricultor como sequía o enfermedades. En estos casos las producciones máximas son fijadas según medias zonales (municipales, comarcales...). El último grupo se refiere a aquellos seguros de rendimientos, con una cobertura del 70 por ciento, que permiten además garantizar al agricultor su producción de forma individual conforme a las ayudas a la producción de la Unión Europea, o a históricos medios de cada agricultor.
El objetivo principal del seguro agrario es compensar al agricultor y ganadero de las desviaciones económicas que, como consecuencia de factores adversos, aparezcan en sus explotaciones, intentando que sus ingresos mantengan una relativa estabilidad en el tiempo.
Entre otros aspectos positivos está que su contratación reduce la incertidumbre del agricultor, que pasa de una dependencia de ayudas y subsidios del Estado --en caso de años catastróficos-- a un protagonismo e independencia para tomar decisiones económicas propias. Esta protección le permite mantener un nivel de rentas que posibilita la continuidad de las explotaciones, la fijación de población al medio rural y estimula la producción de cultivos más interesantes, de acuerdo con los criterios de política agraria comunitaria.
Asimismo, la contratación de algunas de estas pólizas refuerza la solvencia económica del agricultor porque puede utilizarse como garantía para acceder a créditos públicos o privados.
La Consejería de Agricultura y Pesca garantiza al agricultor que la existencia de un único gestor, Agroseguro, S.A, es sinónimo de universalidad, fiabilidad y unicidad en los criterios de peritación y da solvencia al sistema, pues hay certeza de cobro de indemnizaciones ante desastres importantes.
El seguro agrario, eje de la modernización de la agricultura
El seguro agrario es utilizado ampliamente por potencias agrarias importantes como EE.UU. y Canadá, y será un elemento fundamental de estabilización de rentas en el sector primario ante la previsible liberalización de los mercados agrarios y su influencia en los regímenes de ayuda de la Unión Europea. La ayuda a la contratación de seguros agrarios en este momento está contemplada como compatible por la Organización Mundial de Comercio.