ESPAÑA 19/12/2005
''El comercio agrícola y la liberalización del comercio pueden liberar el potencial del sector agrícola y alimentario y promover el crecimiento económico y la seguridad alimentaria'' dijo hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) a los ministros de comercio y delegados de la Organización Mundial del Comercio reunidos en Hong Kong.
''El crecimiento agrícola y de las perspectivas comerciales pueden contribuir considerablemente a incrementar la seguridad alimentaria y promover un mayor crecimiento económico en los países pobres'', afirmó la Organización. Con todo, advirtió la FAO: ''Los beneficios de un comercio más libre no son automáticos ni universales''.
Discurso del Subdirector General de la FAO
En el discurso pronunciado ante la Sexta Conferencia Ministerial de la OMC, el Subdirector General de la FAO, Hartwig de Haen, dijo: ''A pesar del adelanto en materia de liberalización del comercio, los mercados de productos agrícolas siguen caracterizándose por la presencia de obstáculos al comercio y subvenciones que distorsionan el mercado. Lo mismo ocurre en el comercio internacional del pescado y de productos pesqueros elaborados''.
Agrava esta situación para muchos países en desarrollo –añadió de Haen– que los productos elaborados de mayor valor ''a menudo están sometidos a obstáculos todavía mayores, en detrimento de los ingresos y la generación de empleos en los países en desarrollo''.
La FAO pidió que las reglas del comercio multilateral se forjen de tal manera que propicien el desarrollo y la seguridad alimentaria. ''Los países más pobres necesitarán ayuda para superar los problemas que limitan su capacidad de aprovechar las mejores oportunidades comerciales''.
De Haen añadió que un régimen mundial más libre del comercio agrícola podría hacer subir los precios de los productos agrícolas básicos –entre los que se encuentran muchos productos básicos– que hoy están muy protegidos. En los mercados internos, esto beneficiará a los agricultores de los países que no subvencionan su agricultura y proporcionará incentivos a la inversión. Pero, advirtió la FAO: ''La estructura económica y la capacidad de respuesta ante los incentivos del mercado de los países en desarrollo es muy diversa''.
Algunos de los países en desarrollo exportadores más adelantados y competitivos se beneficiarían mucho si disminuyera la protección a la agricultura en todo el mundo, indica la FAO. Para los países en desarrollo menos adelantados será más difícil aprovechar la disminución de las distorsiones en los mercados internacionales.
Como exportadores agrícolas, muchos de los países en desarrollo más pobres ya tienen un acceso a los mercados de los países desarrollados sin aranceles ni cuotas gracias a acuerdos preferenciales recíprocos y no recíprocos.
La pérdida de estas condiciones preferenciales puede hacer disminuir los ingresos que obtienen de sus exportaciones, a menos que aumente el volumen de éstas o diversifiquen la producción de artículos no agrícolas o de mayor valor añadido.
La FAO dijo que los países importadores netos de alimentos pueden ver aumentar los precios pagados por sus importaciones. A consecuencia del mayor rigor aplicado al crédito a las exportaciones y la ayuda alimentaria, estos países también podrían dejar de tener acceso a los servicios que disminuyen el costo de sus importaciones de alimentos, y muchos de ellos necesitarán ayuda durante el período de ajuste.
La seguridad alimentaria de este tipo de países tendrá que aumentar sobre todo a través del incremento de la productividad de los cultivos alimentarios locales, dijo la FAO. La mayor parte de la inversión necesaria en infraestructura e investigación no distorsiona el comercio.
Además, la FAO señaló que estos países necesitarán flexibilidad en la aplicación de políticas específicas para los productos, orientadas en particular a incrementar la seguridad alimentaria y la de los medios de subsistencia, así como el desarrollo rural.
Reducir el hambre y la pobreza
De acuerdo a la FAO, un comercio agrícola más libre producirá beneficios mundiales y contribuirá a reducir el hambre y la pobreza. Pero los beneficios del comercio no se distribuirán en forma uniforme. Es probable que el comercio beneficie menos a los países en desarrollo menos adelantados, que podrían incluso sufrir pérdidas, por lo menos a corto plazo. Para estos países, la apertura excesiva de los mercados agrícolas internos a la competencia internacional, antes de que esos mercados y la infraestructura del país funcionen adecuadamente, puede socavar los potenciales beneficios.
La FAO recomienda utilizar un enfoque de doble componente, a fin de asegurar que los países pobres donde hay inseguridad alimentaria se puedan beneficiar de las posibilidades del comercio.
El primer componente recomienda una mayor inversión en agricultura y en las zonas rurales, a fin de incrementar la productividad y crear competitividad, en especial en la producción de alimentos para los mercados internos. Esas inversiones producen múltiples ganancias, entre ellas, la no poco importante de aumentar la capacidad de los países en desarrollo de participar con mayor eficacia en la economía internacional.
El segundo componente propone la creación de redes de protección para apoyar a los grupos vulnerables contra las crisis producidas por el comercio, y permitir a los pobres aprovechar las oportunidades económicas creadas por éste.
Un enfoque de doble componente
La FAO pidió a los países miembros de la OMC establecer reglas comerciales que contribuyan a reducir el hambre y la malnutrición en el mundo, a la vez que se avanza hacia un sistema mundial de comercio agrícola más equitativo y sensible a los problemas del desarrollo.