Sudáfrica 28/10/2005
La Coordinadora de Organizadores de Agricultores y Ganaderos, COAG, exige al Ministerio de Agricultura y al Gobierno que mantengan una posición de absoluta firmeza frente a la agresiva propuesta de reforma del sector remolachero-azucarero que pretende imponer la Comisaria Europea de Agricultura, la danesa, Marian Fischer Boel.
Once Estados miembros (España, Polonia, Letonia, Lituania, Italia, Hungría, Portugal, Eslovenia, Finlandia, Grecia y Portugal) han bloqueado, ya en dos ocasiones, la propuesta de la Comisaria porque, si se aprobara, supondría el desmantelamiento de un importante sector productivo. En España, Este cultivo tiene una importancia estratégica ya que se trata de una actividad rentable, competitiva y sin posible alternativa; un sector que ocupa más de 100.000 hectáreas y mantiene en funcionamiento 12 fábricas. El sector genera actualmente 30.000 empleos en las explotaciones remolacheras y más de 4.000 en la Industria Azucarera. A lo que hay que añadir el empleo en los sectores complementarios y de servicios, y el empleo indirecto; totalizando en torno a 150.000 empleos, que pueden llegar a perderse si se aplicara la propuesta de reforma elaborada por la Comisión Europea. Por todo ello, cerca de 20.000 manifestantes se manifestaron por las calles de Madrid el pasado viernes, día 21 de octubre, para exigir firmeza frente a una amenaza que supondría un quebranto para sus familias y sus pueblos.
COAG entiende que el Colegio de Comisarios debería reflexionar y plantearse la retirada del la propuesta puesto que el texto resulta nefasto para todo el sector y no beneficia a los consumidores ni a los países en vías de desarrollo, la reforma sólo interesa a las industrias que utilizan azúcar como base de sus productos, en especial a las de bebidas refrescantes, y a la Organización Mundial de Comercio, en su proceso ciego de liberalización. El próximo día 13 de diciembre se inicia en Hong-Kong una nueva ronda de la Organización Mundial de Comercio para desmantelar mecanismos que frenan la liberación de mercados; la Comisaria Fischer pretende que el sistema de mercado comunitario de la remolacha azucarera no sea un obstáculo en dicha cumbre e intentará fragmentar el bloque actual de Estado opositores para que en noviembre se apruebe esta maximalista reforma. Para ello, La Comisión podría ofrecer ayudas, siempre destinadas a incentivar el desmantelamiento del sector remolachero, COAG se opone a que estas iniciativas se activen y mucho menos se pongan en práctica sin el consentimiento expreso de cada uno de los Estados afectados.
COAG defiende un modelo de agricultura social y sostenible como garantía de un tejido rural estable que proporcione alimentos suficientes y de calidad a la sociedad y contribuya a la conservación del medio ambiente; la reforma del sector remolachero debilita nuestras estructuras agrorurales y ahonda en la equivocada tendencia que pretende concentrar la productividad comunitaria en sectores dedicados a los servicios, un camino que podría ser económicamente rentable a corto plazo, especialmente para los grandes operadores, pero que hipoteca el futuro de toda la ciudadanía europea puesto que la condena a la dependecia alimentaria exterior y al abandono de sus zonas rurales.