ESPAÑA 21/09/2004
Las propuestas serán debatidas hasta el 24 de septiembre en Ginebra en una reunión en la que participan los 74 estados que forman parte del Convenio de Rotterdam, que entró en vigor en febrero pasado, así como otro medio centenar de países que asisten como observadores.
Entre los quince productos químicos y plaguicidas figuran varias formas de amianto, coadyuvantes para la gasolina con plomo y una serie de pesticidas extremadamente tóxicos, indicaron los responsables de la organización de la reunión.
El secretario ejecutivo del Convenio de Rotterdam, James Willis, señaló en una conferencia de prensa que ''es probable que al menos 14 de esas propuestas sean aprobadas''.
Sin embargo, Willis precisó que entre las que pueden ser rechazadas hay una relativa al amianto crisotil, una sustancia cancerígena que todavía se produce en Canadá, Rusia y otros países, entre los que figuran algunos reacios a la adopción de esa medida.
Por su parte, la organización de defensa del medio ambiente Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) criticó que ''las objeciones de Canadá y Rusia sobre el amianto crisotil son desgraciadamente en defensa propia y de la protección de los exportadores de interesados en vender ese peligroso producto en el extranjero''.
El Convenio de Rotterdam contiene actualmente un total de 27 productos sometidos al procedimiento denominado Consentimiento Informado Previo (PIC, por sus siglas en inglés), que permite a los países importadores adoptar restricciones.
Como parte del PIC, los países pueden decidir qué productos químicos potencialmente peligrosos están dispuestos a aceptar y los que, por el contrario, pueden rechazar por no tener la completa seguridad de que podrán manejarlos sin peligro para el medio ambiente o para la salud.
Entre los productos propuestos para ser incluidos en esa lista figuran una amplia gama de plaguicidas altamente tóxicos que se venden en el mercado internacional, tales como el paratión y el monocrotofos, así como diversos compuestos de amianto y substancias de origen industrial como los bifenilos y trifosfatos.
Además de esas asuntos técnicos, los participantes en la reunión examinarán una propuesta de Alemania para que Bonn sea la sede permanente de esa agencia.
El Convenio de Rotterdam (1998), que promueve la agricultura sostenible en un medio ambiente más seguro, pretende progresivamente limitar una serie de productos dañinos y buscar otros alternativos menos perjudiciales.
Este tratado está apadrinado por la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
La FAO, por su parte, indicó la pasada semana en Roma que en las últimas décadas, ''plaguicidas y productos químicos industriales han sido responsables del envenenamiento o la muerte de miles de personas debido a los accidentes, al uso incorrecto y a la falta de control o de equipo adecuado en la utilización de estos productos''.
Los expertos de la FAO también explicaron que todos los habitantes del planeta llevan en su cuerpo huellas de diversas sustancias químicas peligrosas, de las que muchas se asocian con el cáncer, las taras genéticas y diversos problemas de salud.
La ONU calcula que hay actualmente en el mercado unos 70.000 productos químicos distintos, a los que cada año vienen a sumarse otras 1.500 nuevas substancias.
Aunque muchos plaguicidas están prohibidos o estrictamente reglamentados en los países industrializados, algunos son utilizados y comercializados en los países en desarrollo.