La Coordinadora Campesina Europea (CCE) aseguró que el acuerdo marco logrado la semana pasada en la Organización Mundial del Comercio (OMC) es ''un duro golpe para todos los agricultores'', tanto de Europa como de los países del sur.
Los 147 países de la OMC lograron el pasado sábado un acuerdo que fija las líneas directrices de la siguiente etapa del proceso de liberalización comercial de la Ronda de Doha.
El texto final permite a los países desarrollados del norte mantener intacto su sistema desvinculado de subvenciones, lo que supone que los ingresos de los agricultores proceden de pagos públicos y no de las ventas de sus productos, según un comunicado.
Este sistema es ''injusto'' para muchos agricultores europeos que no se benefician de ningún tipo de apoyo (por ejemplo los productores de frutas y verduras), y para los de aquellos países en desarrollo, cuyos productos tiene que competir con ''importaciones indebidamente baratas''.
Este acuerdo de la OMC es un nuevo paso para desmantelar la protección a través de tarifas, que califica como la única justa pues tanto ricos como pobres tiene acceso a ella.
Mientras que el comercio mundial agrícola representa menos del 10% del producción total de alimentos y agricultura, ''nuestros gobiernos quieren que determine toda la política agrícola'', indica el comunicado.
Los acuerdos de la OMC llevarán hacia una creciente deslocalización de la producción, la industrialización de la agricultura y en detrimento de una agricultura familiar sostenible y un comercio injusto entre países.