ESPAÑA 20/07/2004
La Comisión Europea autorizó una parte de los reglamentos necesarios para que puede emplearse el maíz transgénico NK603 en la UE, mientras que el Consejo de Ministros de Agricultura no consiguió un consenso sobre el resto de la reglamentación.
Bruselas autorizó por diez años la comercialización del maíz transgénico NK603 para importación y procesado destinado a animales o uso industrial, mientras que los ministros de Agricultura de la UE no llegaron a un acuerdo para dar la luz verde a su empleo en alimentación humana.
La importación de este producto, producido por la multinacional estadounidense Monsanto, ya sea al granel, bolsas u otro tipo de contenedores tendrá que estar etiquetado como maíz genéticamente modificado, según un comunicado.
La autorización, basada en informes científicos, cubre el uso específico para importación y procesado para uso en alimentación animal o fines industriales, pero no para seres humanos o cultivos.
Aunque esta decisión autoriza el uso del NK603 en alimentación animal, las importaciones de este producto no podrán empezar hasta que logre una aprobación equivalente para su empleo en alimentos.
El maíz NK603 ya es ampliamente usado en otras partes del mundo sin que haya había informes sobre la aparición de efectos adversos en la salud o el medioambiente, indicó el Ejecutivo comunitario.
En el Consejo de Agricultura un grupo de países se pronunciaron sobre este maíz: Bélgica, a favor; en contra Dinamarca, Grecia, Luxemburgo y Austria; Hungría expresó públicamente su abstención; mientras que Alemania se abstuvo.
De esta forma, las posturas no cambian respecto a la última vez que la UE estudió ese transgénico, en el Consejo de Medio Ambiente del pasado mes de junio.
Esto quiere decir que España, Alemania y Eslovenia se abstienen; Bélgica, Estonia, Finlandia, Francia, Irlanda, Holanda, Portugal, la República Checa, el Reino Unido y Suecia son favorables y están en contra Austria, Chipre, Dinamarca, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo y Malta.
El Consejo tiene tres meses para pronunciarse sobre este OGM, tras los cuales la decisión pasa a la Comisión Europea quien podría dar su opinión el próximo octubre, según fuentes comunitarias.
Precisamente, el expediente aprobado es el mismo que examinaron los responsables de Medio Ambiente sin consenso.
La comisaria europea de Medioambiente, Margot Wallstrom, dijo que que el NK603 ha sido sometido a ''rigurosas'' evaluaciones de riesgo antes de dar la autorización para que llegue a los mercados, para uso animal e industrial.
En este sentido, aseguró que ''por lo tanto, su seguridad no está en duda'' y agregó que etiquetas claras proporcionarán a agricultores y consumidores la información que necesitan para decidir si compran o no el producto.
Además, unas importantes normas asegurarán la trazabilidad y supervisión una vez que el maíz esté en el mercado, agregó la comisaria.
El Ejecutivo comunitario recordó que el sistema que regula el uso de sustancia transgénicas en comida, alimentación y cosechas asegura que sólo llegue al mercado europeo organismos genéticamente modificados que sean seguros para el consumo humano y animal, así como para el medioambiente.