ESPAÑA 28/07/2004
Los prejuicios de los consumidores hacia los productos obtenidos en los invernaderos y la mala imagen de la opinión pública sobre el mar de plástico de El Ejido fueron las principales motivaciones de Dolores Gómez, agricultora e hija de agricultores, de mostrar al público su explotación.
Gómez comenzó hace tres años a través de su empresa, Clisol, a organizar visitas guiadas a los turistas que quisieran conocer la forma de producción de frutas y hortalizas de esta zona con el objetivo de mostrarles una realidad que criticaban sin conocer.
Actualmente consumidores, colegios, profesionales de otros países, técnicos y turistas de sol y playa atraídos por el agroturismo son sus principales visitantes.
Clisol organiza, desde ocho euros, visitas a su propia explotación -un invernadero en cultivo hidropónico de 1,7 hectáreas- o itinerarios que recorren diferentes sistemas de producción, además de talleres en los que los niños plantan, recolectan y degustan los productos.
También desarrolla un recorrido completo desde los semilleros, los invernaderos, la industria y la comercialización de todos estos productos hortofrutícolas.
La propietaria de Clisol afirma que los visitantes se sorprenden ante los métodos naturales y ecológicos que se utilizan en este tipo de agricultura.
Según Dolores Gómez la agricultura de El Ejido está muy industrializada, pero esto ''no significa que de ella se obtengan productos artificiales ni poco respetuosos con el medio ambiente'', sino todo lo contrario, ya que la tecnología permite reutilizar el agua y conseguir luchar contra las plagas con métodos ecológicos.
El cultivo hidropónico (aquel que se realiza sin necesidad de tierra) permite reutilizar el agua y dar a cada planta la cantidad exacta de nutrientes que necesita.
Además, con los abejorros se consigue la polinización natural, mientras que la lucha contra las plagas se hace a través de insectos.
Para Gómez con estas fórmulas se consigue que las plantas sean más resistentes y gracias a ello se ha podido recuperar el cultivo de variedades autóctonas como la sandía de Almería, que tiene unas mejores cualidades organolépticas.
Esta iniciativa, que ha sido premiada por la Asociación de Empresarios de Andalucía, implica a otros empresarios agrícolas que muestran sus producciones y atrae a visitantes nacionales y extranjeros.
Para Dolores Gómez, lo más importante es que, cuando terminan de ver y escuchar cómo se lleva a cabo la producción y de degustar los productos, los visitantes han cambiado sus prejuicios iniciales por un cierto gesto de admiración y de respeto por una zona que ha salido de la pobreza gracias a este tipo de agricultura.