ESPAÑA 03/06/2004
Polonia, Hungria y Estonia, países que acaban de entrar en la Unión Europea el pasado 1 de mayo, resaltaron en el Encuentro Europeo de Cooperación en Desarrollo Rural, que se celebra en Cáceres hasta el 4 de junio, la ''eficacia'' de la iniciativa comunitaria Leader como instrumento de desarrollo rural.
La directora del programa Agro-Info Cooperation Fund de Polonia, Ursula Budzich-Szukala, apuntó que en su país se están aplicando algunas medidas de desarrollo, aunque no a través de una estructura como la del programa Leader, iniciativa que esperan aplicar, ya que ha tenido ''un gran éxito en toda la UE''.
Sin embargo, en Estonia, según indicó la presidenta del Movimiento Pueblos de Estonia -Kodukant-, Kaja Kaur, ''la política de desarrollo rural se aplica con una estructura similar a la comunitaria, al igual que en Hungría, según apuntó la presidenta del Parlamento Rural de Hungría, Marta Marczis.
Entre las experiencias más enriquecedoras del Leader que estas representantes han destacado se encuentra la de diversificar la economía rural, ya que con la entrada en la UE ''muchas personas han pensado que la agricultura será su gran fuente de riqueza'', especialmente en Polonia, pero ''ese no es el futuro''.
De ahí que las necesidades del territorio rural de Polonia sean incrementar la tasa de empleo, la formación, creación de infraestructuras y la diversificación económica, es decir, la captación de recursos para actividades que no sean exclusivamente agrícolas.
No obstante, la iniciativa Leader no ha conseguido resolver el problema de la despoblación de muchas zonas rurales, un peligro que ''nos acecha a todos los países comunitarios, independientemente de su superficie'', aseguró la representante de Estonia.
En Polonia, a corto plazo no se espera un éxodo masivo de las zonas rurales a las urbanas, ya que el 20 por ciento del empleo se encuentra en la zona rural, sin embargo, ''sí que puede suponer un problema a largo plazo que deberíamos evitar'', apuntó la portavoz polaca.
En Hungría más de un tercio de la población, que se encuentra en núcleos por debajo de los 1.000 habitantes, corren el mismo riesgo, aseguró la presidenta del Parlamento Rural de Hungría, quien destacó como ''un problema acuciante'' el de la población gitana, ya que más de 300.000 gitanos viven en la zona rural y se van desplazando en sentido contrario al desarrollo económico.
Para la representante húngara, esta situación -que comparten con Eslovaquia- les lleva a plantearse además de políticas convencionales de desarrollo económico, políticas de desarrollo social y apuntó que ''la Unión Europea tiene clara la estructura del desarrollo económico, pero desconoce la del social''.
Por esta razón, las tres representantes del movimiento rural coincidieron en que ''es el momento en que la UE comience a plantearse algo más que un mercado único en lo económico''.