Los expertos de los países comunitarios se pronunciarán, sobre la autorización de un nuevo transgénico por primera vez después de la ampliación de la Unión Europea (UE) a 25 miembros.
El Comité regulador de la diseminación de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) en el Medio Ambiente votará la aprobación de una nueva variedad de colza transgénica (GT73) para su uso en alimentación animal y humana, informaron fuentes comunitarias.
Los representantes de los Veinticinco dictaminarán si se debe permitir importar este producto -que vende la empresa estadounidense Monsanto- y su utilización para la transformación, sobre todo en aceites, aunque no se permitiría su cultivo.
La variedad GT73 ha sido manipulada genéticamente para que pueda resistir a determinados herbicidas.
La novedad de este Comité radica en que por primera vez los 25 países opinan sobre un nuevo OGM, ya que las últimas veces en que los estados decidieron acerca de un transgénico -tanto en el Consejo de Ministros como en un órgano científico- fueron en abril.
Entonces no hubo consenso entre los Quince ni a favor ni en contra de varios expedientes de OGM, pero ahora, después del 1 de mayo y con diez miembros más la incógnita es saber cuál va a ser la opinión mayoritaria de la UE respecto a esos productos, según las mismas fuentes.
Además, esa falta de acuerdo entre los antiguos miembros de la Unión provocó que Bruselas autorizara un maíz transgénico el 19 de mayo (variedad bt11) y pusiera fin unilateralmente a la moratoria que había pesado sobre la autorización de nuevos OGM durante seis años.
Por ello, en el caso de que haya una opinión favorable del Comité, la colza GT73 sería el segundo OGM autorizado tras acabar esa moratoria.
Si el dictamen es positivo, sólo será necesaria la aprobación formal de la Comisión Europea (CE) para que pueda comercializarse dicha colza en la UE, según las fuentes.
España, único país comunitario que planta OGM para alimentación humana y animal cambió su postura respecto a los transgénicos, pues mientras el anterior Gobierno votaba a favor, los representantes del nuevo Ejecutivo socialista se han abstenido por ahora.
Unos 35 transgénicos pueden ser comercializados en la UE y 16 con fines alimentarios.