ESPAÑA 24/06/2004
El secretario general de UPA-UCE Extremadura, Ignacio Huertas, explicó algunas de las medidas que esta organización agraria propone en favor del sector de las frutas y hortalizas, como la puesta en marcha del doble etiquetado, para que el consumidor sepa lo que paga y lo que recibe el agricultor.
Huertas, en conferencia de prensa, consideró igualmente necesario que el Gobierno central ejerza un control efectivo sobre los márgenes comerciales que existen a lo largo de la cadena de distribución, ''con el objeto de que las grandes superficies bajen los precios''.
Destacó una serie de medidas aprobadas por el Gobierno español, que consideró positivas, para que los pagos de los productos hortofrutícolas que realizan las grandes superficies a 120 días a las cooperativas y demás proveedores, se efectúen a un máximo de 30 días, en el caso de frutas frescas, y de 60 días para transformado.
Otro de los temas fundamentales que se está tratando con el Ministerio de Agricultura es, según dijo, conseguir que se cree una comisión de seguimiento que vigile el mantenimiento de los márgenes cuando se produzca una situación de crisis en el sector.
Puso como ejemplo que si hay una gran producción de manzana, y como consecuente de ello los precios para el agricultor se hunden, las grandes supermercados no aprovechen la ocasión para mantener los precios y ampliar su margen de ganancia.
UPA-UCE propone que en estos casos los grandes centros comerciales bajen también los precios para que de esas situaciones se beneficie el consumidor.
Esta organización agraria considera también una medida positiva el tema de la trazabilidad, en el que ya vienen trabajando, para que se identifique a la fruta de Extremadura, mediante un marchamo de garantía de calidad, frente a producciones que puedan venir de otros países, competitivas en precio pero no en seguridad alimentaria.
Se trata de hacer un seguimiento del producto desde que brota en el árbol hasta que se vende en el supermercado.
El secretario de Agricultura de UPA-UCE Extremadura, José Cruz, informó de que la campaña frutícola de 2004 en la región se caracteriza por una bajada importante en la producción de frutas de hueso, estimada entre el 40 al 50 por ciento en comparación con la de año 2002 y 2003, por motivos climatológicos.
Esto provocará dificultades para abastecer la demanda del mercado de la exportación, ''que ya tenemos ganado, como en Alemania e Inglaterra, lo que implica un riesgo para las campañas venideras, ya que obliga al agricultor a invertir considerablemente para mantener la calidad de la fruta'', agregó.
Cruz recordó que el sector de las frutas y hortalizas ''no es un sector subvencionado por la Política Agrícola Comunitaria, como tienen los cereales y el vacuno, ya que dijo que las ayudas son mínimas ''y, encima, si el consumidor no tiene un precio asequible, la miraremos como un producto de lujo prohibitivo''.
