Los arrozales sevillanos pondrán en marcha una nueva línea de investigación que una vez concluida permitirá un ahorro económico al reducir los fungicidas empleados y obtener un mayor rendimiento en la cosecha.
Estas mejoras en las marismas sevillanas se harán realidad gracias a un concierto de I+D, concedido por el IFAPA (Instituto de Investigación y Formación Agraria, Pesquera Agroalimentaria y de la Producción Ecológica), dependiente de la Consejería de Innovación, en el que participan la Federación de Arroceros de Sevilla, la Universidad CEU San Pablo de Madrid y la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla, informa la Federación de Arroceros.
El objetivo del mismo, cuya duración es de tres años y que cuenta con una inversión de 85.700 euros, es realizar un catálogo de microorganismos en la marisma del Guadalquivir.
En concreto se persiguen dos finalidades: buscar microorganismos fijadores de nitrógeno libres que permitan al agricultor bajar los costes de abono nitrogenado y microorganismos que contribuyan a promover el crecimiento vegetal al incrementar el número de raíces, lo que aumenta la capacidad de adquirir nutrientes y un mayor rendimiento.
Otro objetivo de la investigación es localizar bacterias que permitan el biocontrol de enfermedades, especialmente en la lucha contra la pyricularia, un hongo, o enfermedad endémica de los arrozales sevillanos.
Esta línea de estudio permitirá disminuir la cantidad de fungicidas y redundará en una agricultura más sostenible para el medio ambiente y un ahorro económico para el agricultor, según los arroceros sevillanos.
El convenio se ejecutará a nivel experimental en los campos de la Federación de Arroceros de Sevilla y en los laboratorios de la Federación, de la Universidad CEU San Pablo y de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla.
Por otra parte, los arroceros sevillanos han culminado con éxito la siembra de la campaña 2004 en las 36.600 hectáreas que componen el arrozal sevillano y que constituyen el mayor humedal del que dispone el Parque Nacional de Doñana.
Este cultivo, del que viven 6.000 familias, convierten a la provincia sevillana en la principal productora de arroz de España.
La puesta en marcha de la producción integrada, técnicas agrícolas respetuosas con el medio ambiente, permitirá un mejor control de plagas y enfermedades y un asesoramiento directo a los agricultores gracias a la contratación de 65 ingenieros agrícolas que trabajan a pie de campo y con dos coordinadores de apoyo.