ESPAÑA 04/05/2004
La Comisión Europea (CE) estudia proponer que las semillas que contengan menos de 0,3% o 0,5% de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) -según el producto- estén exentas de los requisitos comunitarios sobre el etiquetado y seguimiento de los transgénicos.
El Ejecutivo comunitario proyecta permitir en las semillas restos ''accidentales'' ''o técnicamente inevitables'' de variedades de OGM autorizadas en la UE, sin que las simientes tengan que ser etiquetadas según la legislación comunitaria sobre esos organismos, según uno de los borradores que circulan por Bruselas.
Planea hasta un 0,3% de OGM en las semillas de colza y de maíz; para las de remolacha patata y algodón, el límite está en el 0,5%.
El borrador sólo menciona especies en el caso de las cuales existe alguna variedad de OGM autorizada en la UE e indica que las empresas deberán guardar información para demostrar que han tomado medidas para evitar los restos de transgénicos en sus semillas.
Esta propuesta no será definitiva hasta que no la presente la Comisión Europea y en principio, no hay fijada una fecha para su aprobación, según explicó una portavoz comunitaria.
Organizaciones ecologistas y de consumidores -agrupados en la plataforma Salvemos Nuestras Semillas- presentaron la comisaria europea de Medio Ambiente, Margot Wallstrom, una carta firmada por 200.000 personas, en la que reclaman la ''pureza de las semillas''.
Greenpeace, la asociación de cooperativas de consumidores Eurocoop, la Oficina Europea para el Medio Ambiente (EEB) y la asociación de agricultura ecológica IFOAM, entre otras, critican los umbrales de 0,3% y 0,5%, según manifestaron sus representantes en rueda de prensa.
Este grupo engloba a 300 entidades, que cuentan con más de 25 millones de miembros, según las mismas fuentes.
Consideran que con esos límites para las semillas, a la hora de vender los alimentos y piensos no será posible cumplir las nuevas normas sobre el etiquetado que entraron en vigor el pasado 18 de abril.
Según esa legislación, todos los alimentos con más de un 0,9% de OGM deberán adjuntar un etiquetado especial y en ellos se permite que haya hasta un 0,5% de transgénicos no autorizados aún pero sobre los que existen dictámenes científicos favorables.
La plataforma Salvemos nuestras Semillas solicitó a Wallstrom que las simientes sean etiquetadas como OGM ''en los límites en que sean detectadas'' y defendió que existen métodos para confirmar la presencia restos muy pequeños de transgénicos.
Según estas organizaciones, el consumidor europeo ''no quiere los OGM'' y citaron que España es el único país donde se plantan transgénicos para consumo humano o animal (un maíz destinado a piensos).