ESPAÑA 17/05/2004
Los transportistas de mercancías y de viajeros por carretera plantearon la necesidad de subir sus tarifas, para hacer frente al encarecimiento de los carburantes, al tiempo que Fomento descartó la posibilidad de reducir la presión fiscal que soporta el gasóleo.
El presidente del Comité Nacional del Transporte por Carretera -organismo que representa a todo el sector ante la Administración-, Ovidio de la Roza, anunció que la semana que viene se reunirá con los cargadores para pedirles que asuman una subida del 3,5% en las tarifas y ayuden así a los transportistas a paliar el efecto del incremento de más del 12% experimentado por los carburantes durante este año.
Además, los transportistas de mercancías por carretera -que de momento descartan convocar movilizaciones- han pedido a las petroleras que no saquen provecho del encarecimiento del crudo y que ''se aprieten el cinturón'' para evitar, así, perjudicar al conjunto de la economía nacional.
De la Roza también acusó a las petroleras de ''aprovecharse de la situación para obtener resultados extraordinarios a costa de otros sectores de la economía nacional''.
A juicio del presidente de la mayor patronal del sector, Manuel Monfort, han de ser los cargadores -los clientes de los transportistas- los que apliquen los acuerdos alcanzados entre ambas partes en octubre del 2000, cuando se registró el último máximo histórico en el precio del gasóleo.
Entonces, cargadores y transportistas acordaron que, cada vez que el gasóleo subiera más del 5%, se aplicaría, automáticamente, una subida de tarifas del 1,5%.
Según recordó De la Roza, el precio del combustible está al mismo nivel que en octubre del 2000, con el ''agravante'' de que ahora soporta un nuevo impuesto: el que se añadió en el 2002 para colaborar en la financiación del sistema sanitario.
Por ello, la patronal Fenadismer también pide que se suspenda transitoriamente la aplicación de ese impuesto y recuerda que el PSOE lo recurrió ante el Tribunal Constitucional, por lo que, ahora que está en el Gobierno, ''debería ser consecuente''.
Por su parte, la patronal de transporte de viajeros Asintra pidió a la Administración que autorice una subida del 3% en sus tarifas y que propicie la implantación del gasóleo profesional.
Sin embargo, el director general de Transportes por Carretera del Ministerio de Fomento, Juan Miguel Sánchez, descartó la posibilidad de bajar la presión fiscal que recae sobre los carburantes, ni siquiera para los transportistas de mercancías por carretera.
Además, pidió a los transportistas que obren con ''prudencia y seriedad'', puesto que reclamar un ''gasóleo profesional'' podría ser ''contraproducente'' para el sector, porque implicaría una subida de precios.
Según explicó, el gasóleo profesional sólo se puede implantar en el ámbito europeo, lo que exigiría previamente una homogeneización de precios que haría aumentar los españoles.
En este sentido, recordó que la fiscalidad y los precios ''en surtidor'' de los carburantes en España son los más bajos de Europa, después de los de Luxemburgo y Grecia; al tiempo que un transportista español paga 5.000 euros al año menos que la media de los europeos.
Además del transporte por carretera, las quejas se extendieron a otros sectores, como el de la agricultura, donde la patronal ASAJA reclamó la inmediata aplicación de una rebaja fiscal y recordó que el precio del gasóleo agrícola alcanza ya los 48 céntimos por litro, lo que supone un aumento del 20% en lo que va de año.
La Unió de Pagesos pidió una rebaja del gasóleo del 43,75% y que se establezca un ''precio social'' fijo de 0,27 euros por litro para el sector del campo.
En el sector aéreo la reacción ante la subida no ha sido homogénea, puesto que Iberia y Air Europa han decidido mantener ''por el momento'' el precio de sus billetes, mientras Spanair ha anunciado un incremento medio de las tarifas del 4,5%.
En cuanto a otros consumidores, la Plataforma Nacional de Consumidores de Carburantes ha anunciado que se reunirá a finales de mes para estudiar los efectos de la subida y buscar medidas que ayuden a paliarlos.
De momento, la Federación de Consumidores en Acción (FACUA) ya ha criticado que estos incrementos se deben al modelo liberalizador aplicado, que ''somete a los consumidores a una total desprotección ante la ausencia del antiguo sistema de precios máximos fijado por el Gobierno y las continuas subidas que imponen las distribuidoras''.
Esta agrupación alerta además de que el encarecimiento de los carburantes puede llegar a ser ''mucho mayor en el futuro'', puesto que la fortaleza del euro sobre el dólar puede ''dar un giro a medio plazo''.