ESPAÑA 23/02/2004
Los productores comunitarios criticaron, en un comunicado, que el Comité de Gestión de Vino de la UE -formado por representantes de los Quince- haya autorizado, en determinadas condiciones, el uso de menciones tradicionales europeas por parte de terceros países.
El Comité de Gestión acordó esa medida el pasado 10 de febrero, con los votos en contra de los países productores, excepto Alemania y Austria y, a pesar de no haber un dictamen positivo de los Estados miembros, la Comisión Europea (CE) la aprobará formalmente.
Esa nueva norma, que modifica la reglamentación sobre el etiquetado del vino, permite a los operadores de terceros países un uso más flexible de términos como los españoles amontillado, chacolí, fino, fondillón, lágrima, oloroso y palo cortado.
El COPA-COGECA criticó se apruebe a pesar de la oposición de los principales países vinícolas de la UE y destacó que puede tener consecuencias graves para los productores europeos.
El secretario general del COPA-COGECA, Franz-Josef Feiter, pidió a Bruselas que explique los motivos por los que ha propuesto este reglamento, que ''debilita'' las reglas comunitarias sobre etiquetado.
Feiter afirmó que en el contexto de las negociaciones bilaterales sobre vino, este reglamento ''pone de manifiesto la ausencia de estrategia por parte de la Comisión, que ofrece la posibilidad a los terceros países de utilizar estas menciones tradicionales, sin pedir contrapartida alguna''.
Los productores europeos consideran que quedan muchas ''cuestiones sin resolver para la protección de las indicaciones geográficas europeas en los terceros países, particularmente en Estados Unidos'', donde se usan como ''semigenéricos'' 14 términos de denominaciones europeas, entre ellas ''Jerez'' o ''Málaga''.
El COPA-COGECA aludió también a las negociaciones multilaterales de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en las cuales la CE ''no ha obtenido ningún avance importante, en el registro de indicaciones geográficas para los vinos y bebidas espirituosas''.
Criticó que la CE, que negocia en nombre de la UE, tampoco haya logrado extender la protección, dentro de la OMC, para el resto de productos agrícolas.