ESPAÑA 10/12/2004
El director general de Innovación, Investigación Agraria y Ganadería, Eduardo Primo, afirmó que este novedoso plan contará con 1.362.040 euros, cofinanciados al 50 por ciento por la Conselleria y el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
El principal objetivo de esta iniciativa es establecer las medidas fitosanitarias obligatorias para evitar la propagación, así como reducir la población y efectos, de insectos transmisores de virus que puedan atacar a los productos hortícolas que se cultivan en la Comunidad Valenciana.
Para luchar contra estos insectos, especialmente las moscas blancas y los trips, Primo explicó que la Conselleria pretende optimizar los métodos biológicos existentes.
Así, el Plan contempla la liberación de insectos beneficiosos, como el eretmocerus mundus, el orius laevigatus o el neoselius cucumerus, parasitoides y depredadores que se encuentran de manera natural en las zonas productoras de tomate y pimiento, y pueden criarse de forma masiva en insectario.
Además de los parasitoides mencionados, en la naturaleza hay depredadores generalistas como los míridos (Nesidiocoris tenuis), que por su buena adaptación al cultivo del tomate pueden contribuir también a reducir las poblaciones de moscas blancas.
Según el director general, de este modo la Conselleria evita la propagación de virus como el bronceado del tomate, el amarilleamiento de las venas del pepino, el rizado amarillo del tomate y el mosaico del pepino dulce, que provocan ''mermas económicas importantes'' a los productores.
Este método biológico se suma a los tratamientos químicos para el control de moscas blancas y trips, cuyos resultados no son suficientemente efectivos, así como a las variedades tolerantes, que tampoco son una solución cuando la presión del virus es muy fuerte, según dijo Primo.
Entre los aspectos que recoge el plan figuran métodos meramente estructurales, como el mantenimiento de la sanidad de las plantaciones, de la higiene de los barbechos, o el adecuado mantenimiento de la sanidad de las zonas ajardinadas próximas a los cultivos.
También prevé una medidas novedosas, centradas en la formación y mentalización del agricultor y personal técnico responsable sobre el control del material vegetal, como son semillas y semilleros, y la optimización de los métodos químicos y tecnológicos de control.
Para establecer las medidas fitosanitarias de obligatorio cumplimiento para el control de los insectos vectores de los virus que afectan a los cultivos hortícolas, la Conselleria está ultimando la elaboración de una orden que será publicada próximamente.
Esta orden contemplará las obligaciones de los productores de semillas y plántulas, así como de hortalizas, además de especificar la suelta de insectos en las zonas donde técnicamente sea conveniente.
Actualmente, existen en la Comunidad Valenciana 1.630 hectáreas dedicadas al cultivo de tomate, principalmente en las comarcas de l''Alacantí, en la provincia de Alicante; de l''Horta, en Valencia, y del Baix Maestrat, en la provincia de Castellón.
En cuanto al pimiento, su producción se concentra casi en su totalidad en la comarca de la Vega Baja, donde se cultivan 250 hectáreas bajo invernadero y el resto, unas 100 hectáreas, en la provincia de Valencia.