ESPAÑA 23/12/2004
El secretario general de La Unió-COAG, Joan Brusca, indicó que en los últimos diez años el número de trabajadores agrarios se ha reducido en un 30 por ciento, situándose en los 76.300, por lo que advirtió de que dentro de 30 años podría desaparecer el sector si no se llevan a cabo inversiones públicas.
Asimismo, llamó la atención sobre el hecho de que desde 1989 hasta la actualidad han desaparecido más de 140.000 hectáreas en el campo valenciano, la mayoría de ellas en zonas prelitorales y litorales, principalmente de regadío, debido a la ''presión urbanística, tanto industrial como turística que hay en la Comunidad Valenciana''.
Brusca recordó que a esta situación se añade una campaña agrícola negativa, pues el sector de la fruta de verano ha obtenido unos resultados ''ruinosos'' por los precios y las adversidades climatológicas, la industria arrocera ha marcado unos precios a la baja, los precios de la uva de mesa han sido un 20 por ciento inferiores a los del año pasado y los productores de frutos secos se han visto sin cosecha por las heladas.
Asimismo, el secretario general de La Unió señaló que la organización rechaza la propuesta de reparto de las ayudas para el aceite de oliva presentada por el Ministerio de Agricultura porque ''no corrigen las injusticias actuales y puede que los valencianos no superen los 200 euros por hectárea''.
Respecto a la campaña de cítricos que ha comenzado recientemente, Brusca aseguró que el mercado está parado, que no hay movimiento de negocio y que los precios son un 21 por ciento inferiores a los de la campaña de 2001.
Sin embargo, uno de los datos más significativos que ''reflejan la actual situación de crisis en el campo'' es la reducción en el número de activos agrarios, pasando de los 108.625 trabajadores en 1995 a 76.300 en 2004, cifra que representa 3,74 por ciento de la población activa en la Comunidad Valenciana.
En opinión de Brusca, la solución pasa por una política de inversiones públicas que, en su opinión, no se ve reflejada en el proyecto de Presupuestos de la Generalitat para 2005, ya que el presupuesto de la Conselleria de Agricultura crece un 4 por ciento cuando la media es de más del 9,7 por ciento.
Por ello, La Unió reclamó ''un nuevo papel más activo por parte de la Conselleria de Agricultura para resolver los problemas estructurales, sociales y ambientales que sufre el sector agrario valenciano''.
Según Brusca, esto se podría hacer a través de políticas complementarias a las que vienen dictadas por la Unión Europea, dejando en segundo lugar su intervención como órgano gestor de las ayudas agrarias que vienen de Europa.
''Se trataría de hacer una política agraria específica con un presupuesto suficiente, dirigida a resolver los problemas básicos del campo valenciano'', concluyó el responsable de La Unió.