Asaja de Castilla-La Mancha centrará su esfuerzo en materia vitivinícola en la consecución de un plan estratégico para este sector, que atraviesa una situación crítica en cuanto a precios, explicó en Cuenca el secretario general de la organización, José María Fresneda.
El secretario regional de Asaja abogó en rueda de prensa por la necesidad de poner en marcha el plan estratégico del sector vitivinícola, porque en su opinión ''no se puede digerir que en Castilla-La Mancha haya 600.000 hectáreas de viñedo puestas en producción a lo loco''.
Recordó que Asaja lleva tiempo pidiendo la elaboración de este plan estratégico, cuya consecución debe centrar todos los esfuerzos de la organización agraria junto a una actuación importante en materia de comercialización.
Según Fresneda ''el vino se produce para que se beba y si no se lleva allá donde se compra para beber se está fracasando'', porque para destilaciones de uso de boca en España solamente se destina la producción de 100.000 hectáreas de viñedo mientras que en Castilla-La Mancha hay 600.000 hectáreas.
Por lo tanto, con las 500.000 hectáreas de viñedo restantes es preciso hacer un vino de calidad ''para poder venderlo, para que la gente se lo beba, porque de lo contrario no hay solución'', apuntó el secretario general de Asaja de Castilla-La Mancha.
En este sentido, advirtió que el sector atraviesa actualmente por una situación crítica, ya que acaba de terminar la tercera campaña consecutiva en la que los precios se han situado por debajo de los costes de producción.
Asimismo, Fresneda dijo que para que los consejos reguladores cumplan el papel que le corresponde es preciso que cuanto antes se termine por identificarlos como unos de los organismos que deben ser interprofesionales y en eso está trabajando Asaja de Castilla-La Mancha, aunque reconoció que este asunto ''va excesivamente lento''.
También reiteró el apoyo de la organización agraria al proceso de regularización del viñedo, porque es consciente de que la claridad y la transparencia ''harán que el sector vitivinícola sea un factor importante para la economía regional''.
Por otra parte, insistió en destacar el reto de la comercialización en general, porque según Fresneda ''no podemos depender solamente de a ver quién quiere comprar lo que producimos y de las ayudas comunitarias, sino que hay que poner en valor la comercialización, porque el sistema que hay en estos momentos no sirve, no funciona''.
Hay cooperativas que aún no han liquidado la campaña anterior, aseguró Fresneda, que aclaró que ''no estamos culpando a los gestores de las cooperativas, estamos echando de menos un organismo que aglutine a las cooperativas y que se dedique única y exclusivamente a lo que se tiene que dedicar: a buscar canales de comercialización para que el producto de los agricultores se ponga en valor''.