ESPAÑA 18/11/2004
La Comisión Europea (CE) considera que hay poco margen de maniobra para cambiar sus propuestas sobre la Organización Común del Mercado (OCM) del azúcar, por lo que cuando proponga formalmente la reforma seguirá las ideas defendidas actualmente.
El Ejecutivo comunitario aseguró en una respuesta parlamentaria, que ''los márgenes de maniobra son limitados'', aunque estudiará detenidamente los resultados del debate entre los países de la UE en el momento de elaborar la propuesta legislativa.
En este sentido, señaló que existen ''restricciones internacionales'' y que con la revisión de esta OCM pretende ''ultimar la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) mediante el desarrollo de un sector del azúcar más competitivo y orientado al mercado''.
Por ello, la propuesta legal de reforma, que la CE dará a conocer en 2005, ''deberá seguir en lo fundamental las líneas perfiladas'' en la comunicación que el comisario europeo de Agricultura, Franz Fischler, presentó el pasado 14 de julio y que España y otros países rechazan.
La Comisión propuso entonces una reforma radical con fuertes recortes de las cuotas de producción azucarera y en los precios pagados a los remolacheros.
El Ejecutivo dijo que esa comunicación se ha debatido en el Consejo y ''todos los Estados miembros reconocen la necesidad de reformar el sector''.
Destacó que algunos países aceptan en lo esencial la orientación de la propuesta, aunque sugieren numerosas modificaciones de carácter ''bastante técnico'', mientras que otros Estados han expresado sus reservas sobre determinados aspectos, especialmente el nivel de reducción de cuotas y precios.
La CE respondió así el eurodiputado español Agustín Díaz de Mera (Partido Popular Europeo, PPE) quien preguntó si la nueva comisaria, Mariann Fischer Boel, tiene la intención de ''seguir al pie de la letra'' o si mejorará ''la doctrina planteada por su predecesor, a pesar del rechazo manifestado por un grupo considerado de países''.
Díaz de Mera recordó que en octubre, España, Grecia, Portugal, Finlandia, la República Checa, Letonia, Lituania, Polonia y Hungría manifestaron en los órganos del Consejo de la UE su oposición radical a la reforma planteada por Fischler.
El eurodiputado resaltó, en su pregunta parlamentaria, que otros países, como Francia, tampoco están de acuerdo con todos los elementos de la comunicación de la CE.
Afirmó que el recorte de cupos y precios, la compensación sólo parcial de esa bajada y el traspaso de cuotas suponen ''la sentencia de muerte para el cultivo remolachero en amplias zonas'' de la UE y el cierre de muchas industrias; además, ''la propuesta concentrará la producción y facilitará la importación masiva de países terceros''.