ESPAÑA 05/01/2004
El secretario general de La Unió de Llauradors, Joan Brusca, manifestó que el 2003 ha sido ''negativo'' para los agricultores y ganaderos de la Comunidad Valenciana y pidió al Gobierno autonómico ''un mayor esfuerzo inversor para promover políticas agrarias propias''.
Brusca, que realizó un balance de la situación del año que termina, calificó de ''triste'' que la Conselleria de Agricultura ''sólo aporte de fondos propios el 54,3 por ciento de su presupuesto''.
En su opinión, el ''lado negativo'' de 2003, ha sido la ''disparidad de precios'' entre lo que percibe el agricultor y el precio de venta al público; la ola de calor, que causó ''pérdidas millonarias''; la crisis de precios en la mayor parte de cultivos agrícolas y ganaderos o las penalizaciones en el arroz y el aceite.
Citó también los ''problemas'' para llegara a acuerdos en el tema de los seguros agrarios, la reforma de la Política Agraria Común (PAC) o la del Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social.
Además, mostró su preocupación por el ''lesivo'' acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos, la ''gran diferencia entre los precios agrarios en origen y en destino'' o el ''retraso'' en la ejecución del Plan Hidrológico Nacional.
Asimismo, citó como ''aspectos positivos'', la regionalización de las ayudas para el arroz o la concesión de una ayuda permanente para los frutos secos a partir del próximo año.
El responsable agrícola destacó, respecto a la situación por sectores, la mejora en los precios del citrícola, ya que, dijo, durante la primera parte las cotizaciones ''fueron desastrosas'' al estar vigente todavía el veto a las clementinas por parte de Estados Unido, ''aunque la campaña 2002-2003 finalizó con unos precios un 4 por ciento inferior a la campaña anterior'', precisó.
Respecto al arroz, Brusca señaló que la reforma de la PAC y la nueva OCM del sector influirán ''negativamente'' en el sector debido a que el precio de mercado va a bajar y este descenso no se verá compensado con el incremento de la ayudas.
Destacó como ''positivo'' la consecución de la regionalización de las ayudas al arroz al obtener una superficie máxima garantizada de 14.350 hectáreas, que dará margen ''para evitar las penalizaciones sufridas por exceso de superficie cultivada en otras zonas''.
Del sector de las hortalizas mostró su preocupación por la firma del acuerdo con Marruecos, que, según dijo, ''permitirá la entrada de tomates y producciones de ese país a unos aranceles bajos mientras nuestras producciones se encuentran en mercados europeos''.
Asimismo, comentó que la campaña de la fruta se caracterizó por una cotización de la fruta ''relativamente positiva y ligeramente superior a la campaña anterior''.
En cuanto al sector ganadero, el secretario general apuntó que, de 2003, ''lo mejor que se puede decir es que ha sido un año relativamente tranquilo, sin grandes sobresaltos, excepto por la mortandad de pollos debido a la ola de calor de junio''.
Brusca mencionó también ''otros aspectos de interés'' para el sector agrícola y ganadero como la inmigración y afirmó que los problemas de regularización de mano de obra ''siguen causando problemas en el campo'' y que los cambios en la Ley de Extranjería ''van a agravarlos''.
Criticó, asimismo, la destrucción de terrenos de cultivo por las expropiaciones para construir carreteras, polígonos, el AVE o zonas de ocio, las cuales ''están provocando la desaparición de numerosas hectáreas de cultivo'' y añadió que los precios que ofrecen al agricultor ''siguen a la baja y las diferentes empresas abusan de la buena fe de los propietarios''.