ESPAÑA 07/01/2004
La Unió de Llauradors-COAG considera que el proyecto de Real Decreto por el que se establece el Programa Nacional de Control de la Mosca Mediterránea de la fruta es satisfactorio, si bien ha hecho una serie de observaciones a algunos de sus apartados.
Para el sindicato agrario, es necesario hacer observaciones al Programa de control de esta plaga que afecta de manera importante a los cítricos y frutales de las regiones mediterráneas, entre ellas la Comunidad Valenciana, en lo que respecta al papel que juegan los agricultores en la puesta en práctica del programa.
Así, la Unió señala que en las obligaciones de los particulares (artículo 3) se nombra a los titulares de las explotaciones como responsables de poner en práctica las medidas del artículo 5.1.
Pero en muchas ocasiones, según la Unió, sobre todo cuando de trata de pies aislados, los responsables de dichos árboles no son siempre agricultores, sino que puede tratarse de árboles ornamentales en vías públicas dispersos por el término municipal, o en jardines de domicilios particulares.
Por ello, consideran que se debería especificar en este punto que han de ser los propietarios de cada árbol o de sus frutos (y no sólo titulares de explotaciones) los responsables de poner en práctica las medidas, de forma que los particulares y las Administraciones públicas pasarían también a colaborar en el control de la plaga.
Respecto a las medidas obligatorias (artículo 5.1), el sindicato afirma que el agricultor estaría obligado, entre otras medidas, a la recogida de los frutos caídos al suelo o abandonados en el árbol y posterior eliminación de los mismos.
Sin embargo, la Unió considera que la casuística del sector es más compleja, y generalmente los frutos maduros (más receptivos a la mosca) caen del árbol en el momento de la recolección, por lo que la obligación debería recaer en el comprador de la fruta y no en el agricultor ya que le pertenece al primero.
En segundo lugar, afirman que puede caer al suelo por falta de recolección al no poder el agricultor vender la fruta, por lo que esta situación provocaría un aumento de costes importante al agricultor que no se compensa al no poder vender la fruta.
Para la Unió, se debería especificar en el Real Decreto la puesta en marcha de líneas de ayudas o mecanismos adecuados para paliar este coste al agricultor cuando sea él quien debe recoger la fruta, mientras que la eliminación de los frutos debería hacerse de manera que no se traslade el problema de la mosca a los vertederos.
La Unió considera que, si no se controlan adecuadamente mediante tratamientos, se debe clarificar dónde y/o cómo se debe eliminar la fruta que ha caído al suelo.
