ESPAÑA 18/07/2003
La agricultura intensiva de Almería no es sostenible y tendrá que hacer cambios si no quiere consumir los recursos del suelo, según Avelino García, miembro del Departamento de Agroecología del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y especialista en Ecología de los Suelos.
Así lo aseguró en rueda de prensa con motivo de su participación en el curso sobre Agroecología de los Cursos de Verano de la Universidad de Almería (UAL), que tuvo lugar en el núcleo de Aguadulce de Roquetas de Mar (Almería).
Según explicó, la próxima reestructuración de la Política Agraria Comunitaria y las subvenciones que se conceden podrían condicionar de forma muy importante el desarrollo de este sector, algo que también se verá influenciado por la política hidrológica en España y los recursos con los que cuente Almería.
Sin embargo, destacó que ''el cultivo intensivo no tiene que ser malo'', pero su efecto dañino depende de diversos condicionantes, como la cantidad de sales que contenga el agua que se utiliza y los productos que se utilicen para fumigar, entre otros''.
Por eso, recomendó la técnica de la biofumigación y el lavado del suelo mediante las técnicas actuales para conseguir que continúe siendo productivo, de tal manera que, según dijo, ''se comercialice un producto apetecible y sano, porque los clientes ahora tienen mucho que decir''.
En esta línea, precisó que ''en Almería los perjuicios medioambientales del cultivo intensivo no se han notado en la producción aún, entre otras cosas, porque frutas y hortalizas, como puede ser el tomate, son tolerantes con la concentración de sales en el suelo''.
Además, al referirse a la degradación de la calidad de los suelos, afirmó que ésta tiene su raíz en diferentes causas y en el caso de Almería argumentó que ''por condiciones climáticas, hidrográficas y de explotación secular, hace centenares de años que perdió los suelos y las condiciones de muchos de ellos para el cultivo son marginales''
Por este motivo, hizo referencia a la necesidad de tomar medidas para recuperar los suelos agrícolas de la provincia almeriense, aunque destacó que ''un suelo salino como el de aquí, donde el agua es un bien escaso, es muy difícil de recuperar''.