ESPAÑA 23/06/2003
Las federaciones y uniones de cooperativas de Castilla-La Mancha, Cataluña, Valencia, Extremadura, Aragón y Murcia han coincidido en que la nueva Organización Común de Mercado (OCM) del Aceite debe ir dirigida a proteger el olivar de baja producción.
Según informó la Unión de Cooperativas de Castilla-La Mancha (UCAMAN) en una nota de prensa, las cooperativas de estas seis comunidades autónomas, que representan el 39 por ciento de la superficie de olivar española, han coincidido en que la reforma de la OCM debe contener, en primer lugar, la concesión de una ayuda por hectárea que garantice una rentabilidad fija para poder cubrir los costes de cultivo en las zonas de olivar de baja producción.
En opinión de la organización, esta ayuda se puede conseguir, bien distribuyendo la ayuda mayoritariamente por superficie o dentro de los fondos de la propia OCM, reservando una parte del presupuesto español que se distribuiría linealmente entre las hectáreas de baja producción, que están situadas básicamente en zonas desfavorecidas.
Castilla-La Mancha está definida como zona desfavorecida por sus condiciones edafológicas y climatológicas, aunque el sector olivarero es el tercero en importancia por su peso socioeconómico en el sector agrario regional, con más de 80.000 olivicultores y 230 almazaras.
UCAMAN considera que la defensa de una postura que prime el olivar de baja producción es ''vital'' para el mantenimiento del tejido industrial cooperativista olivarero, cuya producción representa al 64 por ciento del total regional.
Por ello, esta organización cree que la reforma debe incluir un aumento del presupuesto comunitario que se dedica a España para las ayudas al olivar, ya que actualmente no está adaptado a la realidad del olivar español, pues cuando se fijó la cuota la realidad productiva era muy distinta a la de los últimos años.
La tercera de las propuestas de las cooperativas de estas seis comunidades autónomas es mejorar los mecanismos de sostenimiento del mercado, ya que, dadas las altas producciones que se esperan en España en los próximos años, es necesario un mecanismo automático que garantice que los precios de mercado no se derrumban por debajo de un determinado nivel.
UCAMAN dice que el mecanismo que existe en la actualidad ''es claramente ineficiente, por su rigidez y falta de adecuación con los niveles de mercado de los últimos años''.
Añade que ''los olivares de estas zonas definidas como de baja productividad no pueden seguir basando su ayuda en la producción únicamente, ya que las penalizaciones que se avecinan para los próximos años se pueden situar en algunas campañas incluso por encima del 50 por ciento, y la continuidad de este cultivo se vería seriamente amenazada''.
Por ello, demanda una ayuda fija por hectárea en estas zonas y que una importante parte del presupuesto de la OCM que se apruebe se dedique al olivar de menor producción, ya que éste no contribuye a la sobreproducción de aceite por la cual se penaliza de forma indiscriminada a todos los olivicultores.
En el año 1998, cuando se introdujo la ayuda por producción, desde la propia Comisión Europea se reconoció que esta ayuda perjudicaría la rentabilidad de los olivares de baja producción, como los que existen en grandes zonas de Castilla-La Mancha, y se prometieron unas ayudas que cinco años después no han llegado, por lo que, a juicio de UCAMAN, es ''momento de demandar y conseguir una compensación largamente esperada y merecida''.
Las negociaciones de la reforma del sistema de ayudas al aceite de oliva, prevista para que entren en vigor durante el segundo semestre de 2004, comenzarán en breve.