Transgénicos: Expertos consideran que la biotecnología favorece a los países en desarrollo

Expertos en biotecnología, reunidos en Sevilla en V Congreso Nacional de Biotecnología (Biotec 2002), organizado por la Antama -Fundación para la Aplicación de Biotecnología en la Agricultura- consideran que los avances en este campo ''favorecen a los países en desarrollo y no a la industria''.

Destacaron que la falta de información y las trabas burocráticas por parte de las administraciones es lo provoca que el consumidor ''perciba de forma negativa la utilidad de los organismo modificados genéticamente -OMGs-''.

El catedrático de Genética de la Escuela de Ingenieros Agrónomos de la Universidad de Córdoba, José Ignacio Cubero, resaltó que la biotecnología ha estado presente desde el nacimiento del hombre y de la agricultura, y que la utilizamos ''sin darnos cuenta'' en productos tan cotidianos como los detergentes, el queso y el vino.

Añadió que los cultivos con plantas transgénicas atacan a plagas de insectos, sin usar grandes cantidades de productos químicos, lo que en su opinión aumenta la renta del agricultor a cosechar la casi totalidad de lo cultivado.

En este encuentro también participó uno de los inventores del ''arroz dorado'', el biólogo biomelecular, Peter Beyer, quién destacó las cualidades de este producto a la hora de compensar las carencias nutricionales que sufren los países en desarrollo.

Señaló que el ''arroz dorado'' cuenta con una modificación en su genes lo que aumenta los niveles de provitamina A, una sustancia que a juicio de Beyer permitiría combatir enfermedades como la ceguera.

Criticó ''la falta de compromiso'' por parte de las administraciones por dar a conocer las cualidades beneficiosas del arroz dorado, y de facilitar su comercialización en los países pobres.

La campaña de Antama para dar a conocer los efectos positivos de la biotecnología en la agricultura incluyó la visita a dos fincas de Sevilla donde se cultiva maíz modificado genéticamente para combatir la plaga de taladro.

En una de ellas la empresa Monsanto cultiva dos variedades de maíz transgénico, aunque están pendientes de una orden del Ministerio de Agricultura para que su comercialización.

La otra finca de la empresa Siyneta cultiva la variedad de maíz compa, cuya producción se destina a la elaboración de piensos animales.