ESPAÑA 02/12/2002
Por el contrario, las empresas de biotecnología y los ecologistas criticaron este acuerdo, por diferentes motivos.
Los Quince llegaron anoche a un acuerdo político sobre una propuesta por la que se introduce un etiquetado para los piensos con OGM y se amplían las exigencias de etiquetas para los alimentos con estos organismos.
Los ministros de Agricultura aprobaron un etiquetado obligatorio para productos que contengan más de un 0,9 por ciento de OGM;
Los Quince acordaron también que durante un período transitorio de tres años se permita un umbral de hasta un 0,5 por ciento de OGM no autorizados en la UE sobre los que hay un dictamen científico favorable, es decir aquellos sobre los que existe la moratoria.
Además, apoyaron que el procedimiento para la autorización de nuevos OGM, consista en que la empresa presente una solicitud a las autoridades nacionales, que a su vez la remitirán a la Autoridad Alimentaria Europea (AAE).
La AAE hará un análisis de riesgos y emitirá su opinión, según la cual la Comisión Europea propondrá si se autoriza o no el nuevo OGM al Comité Científico competente.
El Comité de Organizaciones Agrarias y Cooperativas de la UE (COPA-COGECA) calificó de positivo el acuerdo, ''ya que desemboca en un sistema fiable de etiquetado de los productos alimentarios obtenidos a partir de OGM'', según un comunicado.
Los agricultores y las cooperativas valoraron que la AAE haga una evaluación antes de que la Comisión Europea decida sobre la autorización de un nuevo OGM.
La Federación Europea de Fabricantes de Piensos (FEFAC) señaló que el acuerdo sobre OGM ''es un gran paso adelante para los consumidores europeos y para las industrias, porque se beneficiarán de reglas fiables de etiquetado''.
FEFAC destacó especialmente los índices fijados para que el etiquetado sea obligatorio y sobre la presencia accidental de hasta un 0,5 por ciento de OGM .
Por el contrario, la organización ecologista Amigos de la Tierra afirmó que los umbrales acordados ''amenazan la elección de los consumidores y el medio ambiente''.
El umbral del 0,9 por ciento, según Amigos de la Tierra ''es nueve veces el tope habitual respecto al índice con el que trabajan la mayoría de las industrias, los detallistas y los laboratorios europeos. que según esta organización se basan en límites del 0,1 por ciento.
Por otro lado, la asociación de empresas de biotecnología EuropaBio dijo que el acuerdo ''muestra la reticencia general de los Quince a potenciar el uso de tecnologías innovadoras para la agricultura y la alimentación''.
EuropaBio señaló que el nivel del 0,5 para la presencia accidental de OGM ''es muy bajo y difícil de cumplir para algunos países que plantan variedades de transgénicos, especialmente aquellos en desarrollo que exportan sus productos tradicionales a la UE.
Tras el acuerdo, el Consejo de Ministros de Medio Ambiente debe alcanzar en diciembre una posición común sobre el etiquetado y el rastreo de los productos con OGM y para que la nueva normativa sea aprobada, deberá tener también el visto bueno del Parlamento Europeo.
La Confederación de Industrias Agroalimentarias de la UE (CIAA) lamentó que los Estados miembros ''no hayan tenido en cuenta las implicaciones prácticas de la nuevas reglas sobre el etiquetado'' y expresó sus ''dudas'' sobre su aplicación.
Según la CIAA, la normativa provocará ''confusión para el consumidor'', porque exige que los productos derivados de OGM sean etiquetados aunque no haya modificación genética en el alimento final (por ejemplo, aceite de soja) y por otro lado los que contengan esos organismos hasta un índice no se etiquetarán.