ESPAÑA 05/12/2002
El sector vitivinícola, ante la propuesta de la Comisión Europea (CE) de realizar una revisión de la Organización Común de Mercado (OCM), reconoce que es el momento de realizar ciertos cambios, pero no de abordar una reforma en profundidad, ni de cuestionar la filosofía de esta regulación.
El sector productor, (CCAE, ASAJA, COAG, UPA) y la Federación Española del Vino (FEV), señala que la OCM necesita de algunos retoques e incluso hace falta ampliar su articulado para dar cabida a nuevos capítulos para la promoción y divulgación de este producto que incrementen la competitividad del vino europeo.
Desde el punto de vista español hay algunos aspectos de la OCM que funcionan como las ayudas a la reestructuración del viñedo o los mecanismos de mercado (destilación de alcohol de uso de boca), con una clara vocación de abastecimiento de una parte del sector vitivinícola como el brandy o los licores.
El conjunto del sector resalta que una de las fórmulas para mejorar su funcionamiento es lograr una mayor integración del sector y establecer mecanismos contractuales a largo plazo, además de la necesidad de hacer más hincapié en la promoción y comercialización del vino.
Además, apunta que es importante una mayor implicación de las políticas de desarrollo rural en el sector vitivinícola, dada la probada multifuncionalidad de este cultivo como dinamizador de la economía del medio rural y su respeto medioambiental.
El secretario general de la Federación Española del Vino (FEV), Pau Roca, indica que ''no estamos dando la talla'' en comercialización y hay que mejorar la competitividad de los vinos europeos, para lo que no es necesario un incremento comunitario de fondos pero sí el establecimiento de fórmulas de exención fiscal.
El responsable de vinos de la Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE), Joaquín Hernández, destaca, ante la competencia generada por los nuevos países productores, con una política comercial más agresiva y otros métodos de elaboración, que ''no hay que renunciar a una forma de hacer las cosas, sino modernizar las estructuras vitivinícolas y ofrecer esa diferencia''.
El portavoz de vinos de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA), Fernando Villena, reconoce que se deben desarrollar líneas de promoción y comercialización, pero que no hay que cuestionar el funcionamiento de la destilación, que en España cuenta con una industria alcoholera competitiva.
El responsable vitivinícola de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Manuel Sánchez Brunete, comenta que las mejoras para hacer más competitivo el sector no deben ceñirse sólo al cambio varietal, sino que deben ir más allá, ''hacia una política vertical'', en la que se apueste tanto por la mejora de la producción como de la transformación y la comercialización.
El portavoz nacional de vinos de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Pedro Martínez, lamenta que la OCM se ha centrado exclusivamente en la regulación de la producción y consideró que ha llegado el momento de desarrollar el aspecto comercial y abogó por adaptar la política vitivinícola a las nuevas demandas del mercado.
