ESPAÑA 24/12/2002
Este año España obtuvo una cosecha ''media'' de cereales de invierno (trigo, cebada, avena, centeno y triticale), ya que ascendió a los 16,3 millones de toneladas, el 35 por ciento más que en la campaña pasada, a la que hay que sumar una producción de maíz de 4,4 millones de toneladas, ligeramente por debajo de la anterior.
Sin embargo, las importaciones de cereales aumentaron al menos el 38 por ciento con respecto al año anterior hasta los 10 millones de toneladas, de las que la mitad se compraron a otros Estados miembros, principalmente Francia, y la otra mitad a países terceros, principalmente de Ucrania.
Pero en 2003 los cereales estrenarán un nuevo sistema de importación que probablemente contendrá la entrada de cereales de Ucrania y Rusia en la Unión Europea, ya que el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la UE ratificó el acuerdo de cupos de importación con Estados Unidos y Canadá.
De esta forma, habrá un contingente tarifario de 2.981.000 toneladas para el trigo de baja y media calidad, del que 572.000 toneladas serán para Estados Unidos y 38.000 toneladas para Canadá y el resto se repartirá entre otros países terceros, con un derecho de 12 euros por tonelada, mientras que si se supera el contingente las importaciones se gravarán con 95 euros por tonelada.
En cuanto a la cebada, la UE prevé un cupo de 50.000 toneladas, para la variedad de malta, con un arancel de 8 euros por toneladas y una cuota de 300.000 toneladas para el resto de variedades, con un derecho arancelario de 16 euros por tonelada; fuera de este contingente se mantiene el arancel actual de 93 euros por tonelada.
Actualmente la Comisión continúa negociando con Rusia y Ucrania un cupo de importación, pero por ahora no sólo no han llegado a ningún acuerdo, sino que Rusia ha amenazado con frenar las importaciones comunitarias de carne.
En lo que se refiere a las oleaginosas, especialmente al girasol, este año la producción española cayó hasta los 779.300 toneladas, el 10,4 por ciento, por lo que se acentúa el declive que desde hace tres años sufre este sector.
Esta caída en la producción está motivada por la modificación del régimen de ayudas en la Agenda 2000, mediante el que pasó de percibir 94,24 euros por tonelada a 60,01 euros, un 33 por ciento menos en concepto de ayuda medioambiental.
Este cambio responde al acuerdo de la Organización Mundial de Comercio (OMC), por lo que los productores de oleaginosas europeos acaban de denunciar a Estados Unidos, ya que mientras la Unión Europea ha respetado el acuerdo, la Alianza Europea de Oleaginosas (AEO) denuncia que los estadounidenses no lo han hecho.
Según la AEO, el incremento de subvenciones a las oleaginosas ha incrementado la superficie estadounidense dedicada a la soja (20 por ciento más hasta los 30 millones de hectáreas), mientras que en la UE ha disminuido en el 14 por ciento el cultivo de colza y girasol.
La producción de leguminosas, sin embargo, este año ha sido buena, tanto para las de consumo humano como animal, ya que la cosecha de lentejas fue de 23.900 toneladas, el 38 por ciento más que en la campaña anterior, mientras que la de garbanzos ascendió a 72.500 toneladas, el 36 por ciento más que el año pasado.
La cosecha de leguminosas para piensos también creció este año, de forma que se obtuvo el 75 por ciento más de yeros (hasta 98.300 toneladas), el 86,6 por ciento más de guisantes secos (hasta 90.500 toneladas) y el 48,8 por ciento más de vezas (hasta 131.100 toneladas).
La cosecha de arroz disminuyó ligeramente hasta las 810.800 toneladas, el nueve por ciento menos, mientras la de alfalfa ascendió a los 1,95 millones de toneladas (siete por ciento más que en la anterior) y el volumen destinado a la exportación ''mantiene el buen tono'' y las existencias en industria no llegan al diez por ciento de lo producido.
Todos estos sectores sintieron durante 2002 la ''amenaza'' de la reforma de la Política Agrícola Común, pues la Comisión proponía reducciones en las ayudas para todos ellos, que en muchos casos, como en el del trigo duro, condenaría al cultivo a su desaparición.
Sin embargo, la reforma de la PAC se ha aplazado hasta 2005, pero para el próximo año se podrá seguir hablando de la Organización Común de Mercado (OCM) del arroz que está pendiente de resolver desde hace varios años.