ESPAÑA 27/11/2002
El subsecretario del Ministerio de Agricultura, Manuel Lamela, aseguró que el sector agrario español ''no debe temer'' la liberalización de mercados y la ampliación de la Unión Europea porque tiene, en su opinión, ''la capacidad de ser competitivo dentro de ese escenario''.
Lamela inauguró junto al secretario general de la Conselleria de Agricultura, Francisco Quintana, la jornada ''La agricultura del futuro'' que el Ministerio ha organizado en Valencia sobre el Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural.
Según Lamela, están garantizados los fondos suficientes hasta el año 2013, lo que concede ''tiempo suficiente'' para afrontar ''cualquier escenario dentro de la UE que se nos pueda plantear a partir de ese año''.
El sector agrícola exige una estructura ''estable'' que evite las oscilaciones que llevan a crisis cíclicas y periódicas, con el objetivo de conseguir que la industria agroalimentaria sea el motor del sector primario, una de las cuestiones que aborda el Libro Blanco.
Entre los retos para modernizar la agricultura destacan abordar reformas en el régimen mercantil y la gestión empresarial en las explotaciones y en los regímenes fiscales para lograr un sector más competitivo.
Concretamente, se debe apostar por mejorar la seguridad alimentaria, la calidad de los productos, las estructuras de comercialización y la modernización y vertebración de los distintos sectores.
Lamela recordó que España está a las puertas de un proceso de liberalización de mercados y de ampliación de la Unión Europea, lo que abre nuevos mercados y consumidores y nuevas posibilidades, y señaló que es imprescindible adecuar la realidad de las comunidades autónomas y las políticas activas.
A su juicio, son necesarias las ayudas europeas para mantener la producción y disponer de una garantía de renta, para lo que el Gobierno central ''tiene que saber agotar el marco competencial''.
Por su parte, el secretario general de la Conselleria de Agricultura dijo que la agricultura de la Comunidad Valenciana se caracteriza por el minifundismo, peculiaridad que genera importantes problemas.
Según los datos que ofreció en la jornada, la agricultura ha pasado de representar, en la década de los 60, el 29 por ciento del PIB al 2,8 por ciento en la actualidad, y el número de empleados en el sector ha descendido del cuarenta por ciento del total de trabajadores ocupados que se dedicaban entonces a esta actividad al cinco por ciento de comienzos del siglo XXI.
Los cítricos son el subsector más importante, ya que representan la mitad de la producción agraria, seguidos de los productos hortofrutícolas.
Las exportaciones agrícolas suponen el 19,6 por ciento del total de ventas al exterior de la Comunidad Valenciana, señaló Quintana, quien reclamó para esta autonomía un mayor grado de subvención.
