ESPAÑA 28/10/2002
Los líderes comunitarios confirmaron su intención de continuar sus negociaciones con los diez países candidatos al ingreso que han seleccionado para formar la primera oleada de la ampliación al Este.
Los Quince se proponen concluir esas negociaciones de aquí al próximo Consejo Europeo de Copenhague, los próximos 12 y 13 de diciembre, con la República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, Chipre y Malta.
La presidencia de turno danesa de la UE consideró que el acuerdo, obtenido dentro de plazo en el Consejo Europeo que concluyó en Bruselas, demuestra el ''fuerte compromiso'' de los Quince de continuar con las negociaciones para la ampliación.
''Hubo acuerdo sobre todas las cuestiones'', explicó por su parte el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, quien además elogió el funcionamiento del ''motor francoalemán''.
''La negociación puede continuar. Ese era el objetivo y es lo que conseguimos'', declaró Prodi al final de esta Cumbre.
Al logro contribuyó decisivamente el compromiso anunciado la víspera por el presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller federal alemán, Gerhard Schroeder, en relación con el futuro de los gastos agrícolas en una UE ampliada.
El impacto preciso de ese acuerdo francoalemán tuvo que ser explicado con detalle a los líderes comunitarios e incluso fue necesario deshacer alguna falta de comprensión de su contenido exacto por parte del presidente francés, según dijeron fuentes comunitarias.
Pero en el último momento catorce de los quince Estados estuvieron pendientes de las consultas que el primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, mantuvo con el Parlamento de su país sobre el futuro de los pagos directos a los agricultores de la UE ampliada.
El primer ministro holandés había puesto serias reservas al párrafo de las conclusiones relativo al pago de ayudas agrícolas directas a los futuros Estados miembros del Este.
Balkenende, que preside un gobierno dimisionario desde hace diez días, necesitó efectuar consultas con La Haya para comprobar que el último compromiso de la presidencia resultaba aceptable para el Parlamento de su país.
En sustancia, el compromiso implica que la introducción de ayudas directas para los agricultores del Este se financiará con los ahorros que realicen los Quince en los fondos de la política agrícola común, salvo las medidas destinadas al desarrollo rural.
Los líderes comunitarios aceptaron precisar que en el futuro los gastos agrícolas de la Unión estarán sometidos a un control de su crecimiento que, según el presidente de turno de la Unión, el primer ministro danés Anders Fogh Rasmussen, tendrá como consecuencia ''una reducción real de los gastos agrícolas''.
La introducción del sistema de pagos agrícolas directos en los nuevos Estados miembros quedará vinculada, según las conclusiones que acordaron los Quince en esta Cumbre, al objetivo general de ''estabilización de los gastos agrícolas en términos reales'' que se acordó en Berlín en 1999.
Rasmussen, aseguró que el compromiso alcanzado en materia de extensión de los pagos agrícolas directos a los nuevos Estados ''deja espacio para el desarrollo de la agricultura y garantiza la estabilidad financiera''.
El acuerdo francoalemán para extender los pagos agrícolas directos incluyó finalmente un ajuste del crecimiento de la factura agrícola del Presupuesto comunitario a partir de 2006 sometido a un índice estándar de aumento de precios del 1 por ciento.
Fuentes de la presidencia danesa explicaron que habrá una reducción real de los gastos cuando el índice real de inflación supere en alguno de los años del período 2006-2013 ese 1 por ciento de crecimiento estándar de los precios.
El comisario europeo responsable de la Ampliación, Guenther Verheugen, se mostró satisfecho del impulso a la negociación pero recordó que los detalles se tratarán con cada Estado candidato porque, recordó, ''no negociamos ante la televisión''.
El mismo Verheugen explicó la solución hallada para las compensaciones destinadas a evitar que los nuevos Estados reciban en 2004 menos transferencias financieras desde la Unión que las obtenidas en 2003 en concepto de ayudas preadhesión previstas para los países candidatos.
El comisario explicó que el principio que regirá esas compensaciones presupuestarias será el de que un nuevo Estado miembro no se deberá encontrar en una situación financiera peor que la que tendrá en 2003, un año antes de su ingreso.