EEUU 07/09/2000
Arias precisó, no obstante, que el Gobierno español no tiene todavía ''una posición definida sobre esos productos, ya que el tema no sólo afecta al Ministerio de Agricultura, sino al de Medio Ambiente, Salud Pública e Innovación y Tecnología''.
''Estamos intentando conformar una posición unánime de los cuatro ministerios'', indicó en declaraciones a la prensa.
El Ejecutivo comunitario propuso hace dos meses levantar la moratoria que se aplica a esos productos desde el pasado año antes de que entre en vigor la nueva normativa prevista para regular la autorización de los OGM.
Bruselas quiere empezar a autorizar los productos que respeten por adelantado los criterios de dicha nueva normativa, más estrictos que los que se aplican actualmente, una vez que el Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE) y el Parlamento Europeo concluyan el procedimiento de conciliación en torno a ese proyecto.
Tras el procedimiento de conciliación, en el que ambas instituciones tienen voz y voto en la toma de una decisión, y que finalizará en unos cuatro meses, existe un periodo de 18 meses de plazo para la entrada en vigor de la legislación.
Los ministros de Agricultura de Alemania, Bélgica, Holanda y Reino Unido, defendieron posiciones más agresivas en contra de frenar la utilización de productos transgénicos en la UE.
Calificaron de ''defensiva'' la posición de la presidencia francesa en torno a ese asunto, señalaron fuentes comunitarias.
Un documento de reflexión presentado por el presidente en ejercicio del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE, Jean Glavany, a los Quince, en torno a la seguridad y la calidad de los alimentos, exhorta a los gobiernos ''democráticos'' a que ''pongan freno a la carrera loca hacia la productividad, en nombre de la seguridad''.
Para Glavany, apoyado especialmente por el ministro italiano de Agricultura, Alfonso Pecoraro Scanio, del partido de los Verdes, ''la mayor parte de los OGM son demasiado recientes para que los riesgos a largo plazo o los cambios que aportan en las prácticas agronómicas sean perfectamente controlados''.
El ministro español destacó que su departamento defiende una posición ''intermedia entre los países que están en contra de las OGM (como Francia, Italia y los nórdicos), y el otro bloque de estados en el que se encuentran Alemania y Bélgica''.
''Desde el punto de vista del Ministerio de Agricultura, este es un asunto que hay que abordar con prudencia pero sin oponerse tajantemente a las OGM como se está haciendo en estos momentos por un prinicipio excesivo de precaución'', manifestó.
Según Cañete, no se debería excluir la utilización de esos productos, ya que ''podrían ser muy beneficiosos en la erradicación de enfermedades y en impedir la desaparición de variedades autóctonas europeas''.
Glavany señaló en rueda de prensa que los ministros de Agricultura de la UE mostraron, sin embargo, ''un consenso'' en torno a otros temas relativos a la calidad y la seguridad de los alimentos.
Según el presidente del Consejo, todos apoyaron la necesidad de mantener la diversidad agrícola, frente a la mundialización, y en contra de sacrificar ''la calidad de los alimentos por la cantidad''.
